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Mary estaba en su cama, con los pies apoyados en la pared, jugando concentradamente un juego online en su celular.

Era una adulta responsable y todo, pero no era pecado jugar videojuegos online y humillar a niños que no conocía.

Estaba tan cerca de ganar y nada se lo impedir...

"¡You loser!"

Y la rubia quedó en shock, viendo como perdió abruptamente.

¿Cómo es que perdió ella, una adulta responsable y capaz, en un juego que estaba catalogado para niños de 5 años?

Sólo había una explicación lógica para éso.

De un movimiento, se puso de pie, agarró una de sus sandalias y salió descalza, lista para cobrar venganza del causante de su fracaso.
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Mientras que en la casa de en frente.

Max estaba bebiendo té mientras armaba un rompecabezas y oía música relajante en la radio, disfrutando de la...

De pronto, la puerta de su casa se abrió de un golpe (una patada) y se puso de pie para ver a una furiosa Mary.

-¡Por culpa de tu wifi lento, perdí contra un niño!
¡Paga para una mayor señal, tacaño!

Gritó la chica, con su celular en la mano derecha mientras que con la izquierda sostenía su sandalia que se la tiró a su amigo, dándole directamente en el rostro.

El silencio se hizo presenté por unos segundos mientras el hombre se tocaba su dolido rostro y veía a ésa molesta persona con mucho enojó.

La rubia al ver que le atinó e hizo que se enojé, palidecio.

-Yo... me disculpo por robarte wifi, ya no lo haré.

Dijo Mary mientras se daba media vuelta y huía lo más rápido posible.

Soldado que vive una guerra, sirve para otra.

-¡Ven aquí, idiota!- gritó Max, yendo tras la chica de coletas.

Esta vez sí que no se lo perdonaría.

Y en medio del patio, donde se estaba por llevar a cabo una gran persecución por la dulce venganza, Mary tropezó, cayendo completamente con el rostro besando el suelo.

El hombre se espanto al ver éso y se acercó, preocupado ya que el sonido que hizo ésa caída causó dolor ajeno.

-¿Estás bien?- preguntó, deteniendose a lado de la chica.

Su pregunta fue tonta pero en su defensa, Mary era una cara dura.

La chica se volteó, con sus ojos llorosos, su nariz sangando y su frente roja.

-Claro que... ¡Sinff!... estoy bien, después de todo, me caí intencionalmente para saber que tan limpió estaba tu patio.- mintió la ojiazul, haciendo lo posible para no llorar.

Era una adulta responsable y capaz, no tenía que llorar por tropezar.

-Yo... lo siento, no quería que te lastimes.
Pasa a mi casa a limpiarte y te daré un helado como muestra de disculpas.- dijo Max, sintiéndose culpable.

No tenía la culpa de nada de lo que acababa de suceder, pero aun así, no soportaba ver a alguien llorando o casi llorando.

La chica levantó la cabeza mientras apretaba su nariz para detener el sangrado y sonrió con malicia.

-¿Éso es lo mejor que tienes? Te falta odio Max-kun.
Ni siquiera sentí ésa caída y tu ya sientes lástima.
Eres débil, ¡débil!- se burló la chica.

Max tuvo un tic en el ojo izquierdo al oír éso, se dio media vuelta y regresó adentro, cerrando la puerta con seguro, para que ésa persona no se vuelva a meter.

-¡Max, espera! ¡¿Y mi helado?!

Y Mary se quedó sin helado por ser molesta.

Continuará...
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¡Hola!

No tengo ni idea de que acabó de escribir y no sé sí a alguien le llamé la atención pero como no escribo nada relajado hace mucho tiempo, lo quise hacer y salió esto.

Mas tardé, sí no me gana la pereza, quizás actualice alguna historia... "el corazón de la villana", "la hija del lobo feroz" y "desafiando a la friendzone", las tengo en mente.

Espero que les haya gustado el capítulo... los capítulos, mejor dicho.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Mi molesta vecina y amiga, MaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora