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Max acababa de volver del trabajo y ahora veía con fastidio a Mary que estaba acostada en el suelo de su sala, comiendo una paleta.

En la sala no sólo estaba la chica, también habían varias cajas de mudanza.

-¿Ya arreglaste mi ropa, compañero?- preguntó la chica quien se mudo con su amigo, sin avisarle.

El hombre se cubrió el rostro y negó, agotado.

Quería a Mary y lo soportaba, pero vivir con ella era un dolor de cabeza que no quería tener.

-No te preocupes, ayudare con las cuentas cada vez que tenga dinero y ganas.- dijo la chica, comiendo toda la paleta de un bocado, llevando ambas manos a su cabeza por el enfriamiento.

Max dio un suspiro, reencontrandose con su paz interior y se puso de cuclillas mientras su invitada se sentaba, con una gran sonrisa en el rostro.

-Mary, soy un hombre y tu una mujer, no te puedes mudar conmigo.- exclamó el veterinario.

Tenía dominio propio y era alguien tranquilo, pero siempre era mejor prevenir a lamen... ¿a quién engaña? Simplemente no quiere vivir con ésa chica.

-Pero no tengo a otro lugar a donde ir y una casa sale muy cara, creí que con medio sueldo me alcanzaría, pero no, quizás sólo sea el 10 por ciento.- dijo la rubia, mientras se cruzaba de brazos.

No entendía por que las casas salían tan caras sí su abuelo le solía contar que le fue fácil conseguir la suya.

-¿Por qué te quieres mudar conmigo?- preguntó el hombre, con mirada seria.

La chica lo miró fijamente a los ojos.
Ésa era su oportunidad, Max estaba con la guardia baja y sí decía algo convincente, le dejaría vivir completamente gratis en su casa.

-Me enamoré de ti, guapo.- respondió la rubia, guiñeando un ojo.

Max, lejos de sentir algo, fruncio el ceño, dando a entender que no estaba jugando.

Mary al verlo algo enojado, borró su sonrisa y desvió la mirada, algo apenada.

-Mi papá se comió la rebanada de pizza que mi madre dejó para mi.- susurro la chica, revelando la verdad.

Sí, era algo infantil y muy ridículo, pero nadie debe meterse con la comida de alguien mas.

-Regresa a tu casa, luego pediré pizza y ven a comer todo lo que quieras, sólo... sólo actúa conforme a tu edad, por favor.- exclamó el dueño de la casa, sintiéndose muy agotado.

¿En verdad ésa persona se encargaba de cuidar y enseñar a un grupo de niños?

Ésos niños seguramente deben actuar como adultos debido a que tienen que cuidar de Mary para que no se lastime en educación física.

Continuará...
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¡Hola!

Últimamente a mi alrededor estaban hablando de una app, la quise probar y...

😂😂😂 damas y caballeros, yo en versión mujer.

Un responsable adulto, haciendo tonterías, lo habitual.

Espero que les haya gustado el capítulo y que ahora sepan que un hombre nunca madura por no ser fruta.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Mi molesta vecina y amiga, MaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora