Mi molesta vecina y amiga, Mary

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Mary estaba afuera del baño de la casa de su buen amigo Max, con una serpiente de juguete en su mano derecha.

Sí había algo que Max odiaba a muerte, eran las serpientes.

Todavía recordaba como el otro día fue corriendo a su casa a pedirle ayuda con una serpiente que resultó ser una lombriz.

¿El motivo por el qué quería asustarlo?

El muy mentiroso le dijo que ése día trabajaría de corrido por que tenía que realizarle una operación a un gato, pero resulta que oyó sonidos en su casa.

La serpiente era parte de la broma, la primer cosa de hecho fue remplazar su shampoo con una de broma que dejaba a la persona que lo usé con el cuerpo azul por 24 horas.

Tuvo que usar sus habilidades ninjas para cambiarlo sin ser vista pero lo logró.

La puerta del baño se abrió y lanzó la serpiente.

-¡Grita como la niña cobarde que eres, nena!- gritó la chica y no hubo ningún gritó, sólo el gritó interno de ella al ver quien era la persona que salía del baño y ahora tenía una serpiente de juguete cayendo de su rostro azul.

-K-Karen, no sabía que andabas de visi... ¡Adiós!

Y Mary intentó huir pero fue agarrada de su cabello, regresando al baño a la fuerza.

-¡Lo siento, creí que eras tu primo y con ésa cara de hombre que tienes, no ayuda!

Aclaró la rubia entre llantos mientras ésa mujer que solía ser su niñera cuando era niña, abría la regadera y le colocaba ésa cosa que se supone que era shampoo.

-¿Con qué fuiste tu?
Veo que no te eduque bien cuando eras una mocosa chimuela que se orino en la cama hasta los 12 años.- dijo la mujer de ojos verdes que sólo era cuatro años mayor que Mary, disfrutando de su venganza mientras la rubia suplicaba ayuda.

A Max lo conoció sólo cuando se mudó en frente de su casa, pero a ésa mujer de sus pesadillas la conocía desde los 7 años y creyó que ya no la vería más luego de cumplir 15 años, pero se equivocó; era prima de su vecino.
Y por sí éso no fuese poco, ahora ésa mujer es policía y una muy respetada.

¡Que respetada ni que nada!
Era una tirana violenta que le gustaba torturar a damiselas inocentes como ella.

Max que iba llegando a su casa, cansado, oyó a alguien gritando y llorando mientras pedía ayuda y fue al baño rápido para ver lo que sucedía, quedando en shock al ver a su prima ¿azul? bañando a Mary con todo y ropa mientras también se iba poniendo azul.

-¡Sniff! ¡Ahh! ¡Ayuda!- dijo la rubia, mirando a su amigo.

Max, solo cerró la puerta lentamente y se fue, para que tengan tiempo a solas entre chicas.

No entendía muy bien lo que sucedía pero ver una serpiente de juguete en el suelo, le hizo tener la leve sospecha de que Mary tenía planeado asustarlo a él, así que no se merecía su ayuda.

Al otro día, en la legendaria e inigualable escuela pato alegre número 516, las niñas que tenían educación física en ése día, veían a su maestra reemplazante en shock, al verla con su cuerpo azul.

-Yo... no me miren, por favor.- pidió la responsable maestra, cubriendo su rostro con sus brazos.

Lo peor de todo es que cuando acusó a Karen con su mamá, ella se rió y la fue a felicitar, mientras su padre le tomaba fotos y se la pasaba a toda la familia.

Éso fue tan humillante y todo era culpa de Max por no decirle que su prima estaría en su casa.

Continuará...
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¡Hola!

Pobre Mary, ella que es tan inocente y nadie le ayuda cuando lo necesita.

Espero que les haya gustado los capítulos.

Gracias por su tiempo.

Volveré...