CAPÍTULO 1

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— ¡_________! — grito mi hermano Zack — ¿Sabes que el maquillaje no hace milagros verdad?.

Rodé los ojos — En un momento salgo.

— ¡Eso lo dijiste hace una hora, __________! — golpeó nuevamente la puerta.

Abrí la puerta del baño y este entro corriendo, fui a mi habitación y tome mi mochila que se encontraba sobre mi cama. Mire hacia la pared, tenía una gran imagen de Finn Wolfhard, mi cantante y actor favorito.


Estoy enamorada de él desde hace ya tres años, y no puedo creer que aún no lo supere.

— ¿Seguirás viendo a tu novio imaginario o nos llevarás a la escuela? — pregunto mi hermano pequeño, Michael.

Suspire — Jamás, vuelvas a entrar a mi habitación — entrecerre los ojos.

Alzo la ceja — No te tengo miedo.

— ¡Mamá, adivina quién rompió tu jarrón favorito!...

— ¡Cállate! — suspiro — Fue un accidente a proposito.

Lo mire extrañada — Eso no existe.

Se fue — ¡Si existe! Búscalo en internet.

Me gire mientras sonreía, amaba a mis hermanos.

— Adiós, amor — me despedí de la foto de Finn y cerré la puerta.

Caminé tranquilamente a la cocina, Evan –mi otro hermano pequeño– se atravesó golpeando levemente mi brazo.

— Ten más cuidado — le hable pero pareció no importarle ya que entró a su habitación corriendo.

Llegué a la cocina, ahí estaba mi mamá haciendo el almuerzo de mis hermanos. Me acerque a ella y bese su mejilla.

— ¿Y papá?.

— Está trabajando, se fue desde muy temprano y llega muy noche — mostró una mueca.

— Trabajo, y más trabajo — bromeó — ¡Oh! Mamá, en la escuela hay cursos de actuación y...

— ___________ ya hablamos de esto, no tengo dinero para pagar una escuela de actuación.

— ¡Pero mamá! — hice un puchero — Podría trabajar.

— Eres menor de edad, no quiero que... ¡Evan tu almuerzo! — grito — No quiero que seas una joven estresada.

— Tu siempre nos dices que debemos seguir nuestros sueños y este es el mío.

—_________, estamos pagando las clases de piano de Evan, una gran mensualidad de las clases de futbol de Zack.

— Pero mamá...

— Última palabra, ten — me dio mi almuerzo. Me miro por unos segundos y tomo mi rostro — Cariño, sabes que te amo.

Rodé los ojos con una sonrisa — Lo sé mamá.

Los chicos llegaron y tomaron sus almuerzos, salimos de casa, Zack se adelantó, Michael y Evan se iban conmigo, ya que la escuela me quedaba de pasada.

Nos quedamos extrañados al ver tantas cajas en el corredor, hasta la puerta que estaba frente a nuestra casa.

— ¿Alguien se va a mudar? — pregunto Evan.

— Tal vez.

— ¿Crees que sean raros los nuevos vecinos?.

Me encogí de hombros — No lo sé — toque el botón del elevador pero estaba ocupado así que bajamos por las escaleras.

Tenía curiosidad de quién será nuestros nuevos vecinos.

...

Antes de salir de la escuela mire desde la puerta el salón de actuación. Era increíble, siempre me había interesado en eso, pero mis padres no podrían pagarlo.

Por eso estuve pensando en trabajar a escondidas de mi madre, pero no creo poder, la escuela era suficiente.

Caminé de regreso a casa, no sin antes pasar por mis hermanos pequeños, lleve rápidamente a Evan a clases de piano y fuimos a casa Michael y yo.

Al llegar su unos por el elevador, caminamos por el pasillo, las cajas seguían ahí, aún que ya no eran tantas.
Saque las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta del departamento.

— Oye, disculpa.

Me gire tras el llamado que me hicieron.

Tire las llaves al ver a la persona que estaba llamándome, frente a mi con una sonrisa nerviosa.
Me quedé boquiabierta sin poder creer lo que estaba pasando.

Debe ser un sueño.

— Un sueño — Susurré.

— ¿Disculpa? — pregunto.

— ¡Nada! ¿Qui–Quien eres tú?.

«Estupida pregunta».

Iba a responder pero mi hermano lo interrumpió.

— ¿Cómo no vas a saber? — rió — Tienes una foto realmente enorme pegada en la pared de tu habitación.

Y ahí fue cuando todo se vino abajo, sentí mi sangre enfriarse en una velocidad increíble, comencé a sentirme débil.

— ¿Cómo dijiste que se llamaba? — me preguntó Michael. Se quedó pensado unos segundos antes de responderse a si mismo — ¡Oh si! Finn Wolfhard.

No hable en ningún segundo, el chico frente a mi era Finn Wolfhard, mi hermano lo estaba mirando así que no es ningún sueño o algo salido de mi imaginación.

— ¿Estás bien? — pregunto Finn.

Asentí — No — ¿Que me está pasando? — Digo si ¡Si!.

— Oh bueno — sonrió incómodo — Creo que iré a... — apunto a su departamento.

— ¿Ocupadas al–algo?.

— Ahh... — hizo una mueca.

— “¡Finn necesitamos esa llave rápido!” — gritaron.

Finn cerró los ojos y apretó los labios — Necesito una herramienta, una llave específicamente.

— ¡Nosotros tenemos! — Exclamó Michael — Pasa, pasa. Estás en tu casa, Finn Wolfhard.




Actualizaciones todos los días, haré lo que pueda;D

OBSESIÓN || Finn Wolfhard Y Tú ||©🔚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora