OBSESIÓN || Finn Wolfhard Y Tú ||©🔚

CAPÍTULO 20

Mis hermanos me recibieron llenando mi ropa de harina de galletas, les sonreí trate de alejarlos pero mi padre me abrazo al verme.

— ¿Quieres hacer galletas? — pregunto este volviendo a la masa.

Negué — No, solo iré a mi habitación para ensayar. Los quiero.

Estos asintieron con una pequeña sonrisa aún que no muy convencidos de lo que les dije. Entre a mi habitación y cerré con llave para que nadie entrase. Deje las hojas con guiones sobre la cama y mire mi rostro por el espejo, lucía tan cansada.

Las ojeras eran notables y mis labios estaban resecos.
Mire a mis espaldas, aún estaba la foto de Finn sobre la pared. Fruncí el seño y me acerque a ella. Puse mi mano en medio de la gran imagen y la cerré arrugando toda la imagen.

La tomé con mis manos y la rompí en mil pedazos, me sentía tan destrozada que comencé a llorar. Debía ser fuerte, pero no sabía cómo hacerlo, no sabía ser fuerte, no con él.

Agarre los pedazos de papel y los tire a la basura, me olvidaré de Finn, tengo que hacerlo.

— ___________... — tocaron la puerta.

— Ahora no Zack.

— Yo... Necesito hablar contigo.

Me levanté del suelo y quite las lágrimas que habían en mis mejillas para después abrir la puerta, este al verme me abrazo.

— Se que he sido un cretino contigo, y no debía desquitarme contigo, pero... Perdoname.

— Claro que lo haré, pero ¿Por qué estabas actuando así?.

— Miranda, termino conmigo y yo... — sollozo — Intente... — volvió a abrazarme.

Me quedé sin habla al escuchar eso de mi hermano, sabía a lo que se refería. Creo que ahora mi hermano es más importante que un chico que jamás me hará caso, y ahora me odia.

— Zack... — lo mire — Te amo ¿Lo sabes, no?. Puedes contarme lo que sea.

— Lo sé, yo también te amo _____________ — bese su frente.

Finn Wolfhard

Wyatt se mantuvo callado por algunos segundos hasta que negó con mucha furia. Bueno, por lo menos él estaba a mi fav...

— ¿Dónde está ella?.

— En su casa ¿Por...?

Tomo su chaqueta y sus llaves para después tratar de salir de su departamento pero lo detuve.

— ¿Que diablos haces? — le pregunté.

Me miro — Finn, tu mismo dijiste que una chica le dijo a todos, pero no fue _____________. Y la tratas como si fuera una mierda, ella es una chica increíble, ella no fue la que hizo todo esto...

Lo interrumpí — Pero ella lo causo. Si tan solo no hubiera invadido mi privacidad todo sería diferente.

— Finn, ella te admiraba. Tal vez exagero pero... ¿Jamás te obsesionaste con algún artista?. Deberías pedirle disculpas...

— ¡Jamás le pediré disculpas! Ella causo todo esto ¿Cómo es que te pones a su favor si yo te conozco más tiempo que ella?.

— Finn. Lo que hizo ella estuvo mal, pero tampoco dejaré que la trates como si fuera la peor basura.

Wyatt salió del departamento dejándome hablando solo. Solté un quejido y tire un cojín que se encontraba a mi lado.
¿Cómo es que se ponía de su lado?. Yo fui la víctima aquí ¡El debería estar de mi lado!¡No de ella!.

Salí de la casa y llame a mi chófer, entre al auto cuando llegó.

— A casa.

Ordene, el hombre solo asintió y no dijo nada más.

Todo el camino pensé una y otra vez ¿En por qué la defendió? Digo... Ella no fue la que directamente les dijo a las personas sobre mi dirección, fue esa chica loca que casi me besa cuando abrí la puerta, pero ella fue la que saco esos papeles. Ella fue ¡Ella lo hizo!.

— ¿Cómo, como es posible eso? — pregunté de la nada al aire pero el chófer volteo a verme por unos milisegundos — Digo, ella tuvo la culpa ¿No? Si tan solo ella no hubiera sacado esa maldita hoja o sin tan solo no hubiera sacado eso ¡Ah! — Exclamé, después de unos segundos me quedé callado — ¿Que piensas?.

— Amm... — me miro — Pienso que, técnicamente... Ella no tuvo la culpa.

— La odio.

— ¿La odia?.

— Si, ella es tan... Impulsiva, loca, divertida — relaje mi cara poco a poco — Inteligente, tímida, huele a coco... Ella...

— ¿Le gusta?.

Abrí un poco la boca para decir algo pero simplemente no salió nada, solo me mantuve callado pensando en ella, una y otra vez, podría ser posible que yo... ¿Le tomara cariño?.

Volví a la realidad — ¡No! Ella no me gusta ¡No, jamás! ¿Cómo me podría gustar ella? Es una locura. Me rehusó a qué me guste...

— Entonces... ¿Le gusta?.

— Si ¡Digo! ¡No! — grite — ¡Agh! No lo sé, ella no puede gustarme... No. ¿Cuando te pedí tu opinión?.

Llegamos al edificio y sali del auto. Rápidamente entre, subí las escaleras y llegué a mi departamento.
Me detuve en la puerta. Me gire un poco y mire la puerta roja que estaba frente a la mia, analizandola.

Risas se escuchaba dentro a esa casa. Creo que ella está bien... Ella esta bien sin mi.

—Yo no puedo...

Susurré.
Entre al departamento y cerré con llave para después recostarme en mi cama. Pensando, solo recordando los momentos con ella. ¡Odio cuando me siento culpable!.

Ella, ella tuvo la culpa.

«No, ella no tuvo la culpa».