CAPÍTULO 12

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Finn se despidió de mis padres quienes habían cocinado una cena muy buena, al decir verdad. Y me hizo un gesto para que fuese con el.

Iba a desmayarme, de eso estoy segura. Por mi mente pasaron muchas cosas que posiblemente pasarían en este mismo momento.

— La cena estuvo excelente — menciono Finn.

— Si — le dedique una sonrisa.

— ___________ — mi nombre se escucha tan bien cuando él lo dice — Quiero confesarte algo...

Agrande un poco los ojos — Lo que sea.

¿Estaba apunto de decirme que yo le gusto que quisiera dos hijos conmigo?.

— Me gusta una chica.

— ¡Acepto! — me calle — Espera... ¿Que?.

— Si, me gusta una chica, Mía, la que rubia que a estado viniendo, y bueno... Cómo tu eres una chica, quería preguntarte. ¿Que te gustaría que te dieran?.

Podía sentir el nudo en mi garganta. No quería llorar frente a él, de verdad este chico me gustaba y trataba de demostrarle eso pero el simplemente no lo captaba.

Finn me miro — ¿Pasa algo?.

— N–No... Seguramente le gustarán las flores.

Sonrió — Me pareció algo cliché, pero gracias. Nos vemos después Parker.

Esta entro a su casa.

Quede en medio del pasillo que separaba nuestros departamentos. Apreté la mandibula y trate de no llorar pero al entrar a casa mis padres me miraron y no pude evitar llorar. Mi madre sin decirme nada me abrazo fuertemente.

Mis lágrimas salían sin control de mi, podían decirme exagerada pero dolía demasiado, Finn de verdad me gusta. Y mucho.

Pero me separé después de algunos segundos y corrí hacia mi habitación, cerré la puerta con llave y me aventé a mi cama para tratar de dormir, pero las lágrimas aún salían.

Levanté un poco la mirada, encontrándome con la gran foto de Finn en mi pared.

Volví a encoger la mirada, hasta que el sueño invadió mi cuerpo y quedé completamente dormida.

...

Finn Wolfhard

Sali de mi casa al escuchar la puerta de ____________ cerrarse, efectivamente era ella y no se miraba muy bien, sus párpados estaban cansados, no traía maquillaje y sus ojeras eran un poco notable, se miraba terrible.

— ¿Estás bien?.

Me miro — Si, si... Tengo que irme — se fue sin decir nada.

La mire hasta que desapareció de mi vista y volvi a entrar a casa, creo que lo que le había dicho le había afectado... Es que ya no encontré otra manera de quitármela de encima. Tuve que mentir.

Minutos después de estarme debatiendo en si hice bien o no, – por qué me sentía un poco mal por ella– Wyatt entro a casa con una gran sonrisa en su rostro.

— ¿Por qué esa gran sonrisa?.

— Estoy feliz por ti, por conseguir alejarla y romperle el corazón. ¡Estoy feliz! — menciono.

—¿Estás feliz?.

—¡Claro que no idiota! Esa chica tiene el corazón más roto que tus calzoncillos. ¿Cómo pudiste haber hecho eso?.

— Wyatt, no quiero a una chica detrás de mi a cada segundo, quiero paz, y solo podía conseguir esa paz si le decía que me gustaba alguien más.

— Aún sigues siendo un idiota.

— ¿A qué vienes?.

— Buena pregunta, ahora con todo esto olvide a que venía — bufo sentándose en el sofá — Finn, hasta tu mismo sabes que romperle el corazón a esa chica no fue lo correcto, debes hablar con ella y decirle cómo te sientes.

—No.

— ¿No?.

— Wyatt, por fin me dejó en paz. Seguro se le pasará en unos días.

— Si, seguro — hablo sarcásticamente.

— Ahora, pon algún videojuego, no quiero pensar en ella.

— De acuerdo.

Mientras que Wyatt ponía un videojuego, yo miraba con firmeza la puerta ¿De verdad hice lo correcto?. Tal vez no, pero no la quería como mi sobra por el resto de mi vida, o por el que me queda estando aquí hospedado.

— Finn...

Volví a la realidad, me acerque a Wyatt y comenzamos a jugar. Esto siempre me distraía.

...

Era ya algo noche, Wyatt se había ido hace algunas horas y ____________ había regresado a casa también hace algunas horas, pero me ignoro completamente. Sentía extraño. De verdad quería alejarla, pero me duele verla de esa manera.

— Carajo.

Me levanté del sofá y apague la televisión, caminé hacia la puerta y la abrí, me acerque a la puerta que estaba frente a mi, pero volví a imaginarme como me acosaba día y noche, esa chica estaba loca...

— Vamos Finn.

Toque la puerta. Esta fue abriera por ella. Que al verme su semblante cambio drásticamente.

— ___________, lo siento, mentí. No me gusta Mía, ella es solo mi amiga. Solo... — respire — De verdad quiero que haya un límite. Tu me agradas, en serio... Pero no soporto que me vigiles día y noche. Yo, lo siento, espero puedas perdonarme.







Maratón 2/3

Mal Finn, mal.


OBSESIÓN || Finn Wolfhard Y Tú ||©🔚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora