CAPÍTULO 22

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— ¡Mamá! ¿Has visto mi corona? — pregunté caminando por toda la casa.

Era hoy, hoy era el día que la obra se llevaría a cabo. Estaba tan nerviosa que no me di cuenta que la corona estaba encima de mi cabeza, mi pequeño hermano me tuvo que decir eso.

Iba a irme temprano ya que debía estar ahí para ensayar, todo mi cuerpo temblaba. Muchas personas estarían ahí, al igual que mi familia. ¡Estoy tan nerviosa!.

— ¡Los amo! — grite antes de salir de casa con las cosas en mano.

Cuando salí me sorprendí al ver a Wyatt parado frente a mi puerta, con una flor, un girasol. Sonreí de lado.

— ¿Crees que está flor le guste a mi novia? — pregunto, mi sonrisa decayó un poco. Pero después empezó a reír — Es para ti, suerte.

Lo abrace fuertemente para después agradecer y tomar la flor. Me detuve en seco al recordar que aun tenía la plumilla que Finn me había dado, lo saque de mi bolsillo trasero y me acerque a Wyatt.

— Dáselo a Finn ¿Quieres? Lo va a ocupar más él que yo.

Me fui a toda prisa hacia el auditorio que no quedaba muy lejos de mi casa, al legar mire que todos estaban ensayando. Matthew me miro y suspiró de alivio, se acercó a mi y me tomo por los hombros. Me miro con sus profundos ojos verdes con esas manchas azules hermosas.

— Pensé que no vendrías.

— ¿Bromeas? — pase de largo y me subí al escenario.

Muchas de las personas que estaban a cargo de la vestimenta estaban dando algunos arreglos a nuestros trajes mientras tomaban medidas de nuestro cuerpo. Todos estábamos nerviosos, ansiosos y por supuesto, muy atareados.

Después de algunos minutos la parte del beso se hizo presente y estaba más nerviosa, pero la voz de Matthew nos interrumpió –otra vez–.

— ¡Genial! Guardaremos ese momento hasta la obra para que se sienta más la emoción y refleje verdadera impresión ¿De acuerdo? — pregunto con una sonrisa.

Asentimos. Lo mire por algunos segundos, este miraba hacia otro lado pero podía notar su semblante enojado, su seño fruncido al igual que sus labios y sus mejillas ruborizadas. Un mechon de su cabello castaño caía sobre su frente, era simplemente perfecto.

— Parker — me habló. Sonrió de lado — Suerte.

...

Mire atraves del reloj rojo, habían muchas personas busque a mi familia, estaban ahí mirando de un lado a otro. Sentía mi corazón latir a mil por hora, todo mi cuerpo temblaba hasta más no poder, espero no estar así frente a todos.

— ¡Max! — exclamó Matthew quien me tomo del hombro — ¿Dónde está Max?.

Max era Romeo... En esta historia.

— No lo sé...

— ¡Max!.

— Disculpe señor Matthew — le hablo una de las chicas — Max está vomitando en el baño, dice que se siente realmente mal.

— Carajo... — apretó los labios — ¿Y el extra de Max?.

— Cuando se enteró que iba a salir comenzó a vomitar... Pero, no en el baño.

Hicimos cara de asco, no me besaría con alguien que haya vomitado anteriormente. Eso sería asqueroso en todas las maneras posibles.

— Ten — me dio su café.

— ¿A dónde vas? — pregunté.

— Voy a interpretar a Romeo.

...

Las escenas estaban saliendo increíbles, todo con un cambio de planes repentino. Y bueno, me sentía genial en las interpretaciones, por alguna extraña razón no podía mirar a nadie más que a Matthew, ese traje que representaba su personaje, su cabello peinado hacia atrás ligeramente despeinado, sus ojos más verdes de lo usual, sus labios rojos y sus mejillas ruborizadas gracias a el calor de las luces que nos reflejaban todo el tiempo.

— Eres tan hermosa — menciono tomando mi mejilla.

Estaba tan metidas en mis pensamientos que no me di cuenta que estábamos ya en la escena tan esperada del beso. Sus manos se colocaron en mi cintura y las mías en sus hombros.

— Eso no era parte del guíon — Susurré.

Sonrió — Pero es verdad.

Mire sus ojos, eran tan hermosos. Nuestras respiraciones se combinaron poco a poco, su aroma era tan varonil y eso me encantaba. Rozamos nuestras narices, me puse de puntillas ya que era un poco más alto que yo.

Sin más que decir, o hacer. Sus labios presionaron los míos formando un beso, los gritos y aplausos de las personas se escuchaban de fondo. Sus manos me acercaron más a su cuerpo, profundizando más el beso.

Sus labios se movieron un poco causando una corriente eléctrica en mi espalda. Era mi primer beso, y era tan tierno, delicado, y por alguna extraña razón, necesitado.

Al separarnos poco a poco, no quitamos nuestro contacto visual en ningún momento. Cómo si me estuviese diciendo algo que no logro descifrar. Nos giramos para ver a las personas, nos tomamos de la mano.

Pero mi sonrisa se fue poco a poco, al ver a una figura masculina en medio de todas las personas por el pasillo. Ladee un poco la cabeza intentando ver quién era, pero me era casi imposible. Tenía una rosa en su mano derecha, pero este solo se giro.

Mi corazón se partió en dos al ver quién era, gracias a las luces de atrás.

Finn Wolfhard.







OBSESIÓN || Finn Wolfhard Y Tú ||©🔚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora