Capítulo 23

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En aquella habitación estaba China encima de Perú mientras ambos estaban llorando después de varias verdades.

—Entonces déjame en paz, yo también eh sufrido mucho, yo jamás quise que mi hijo estuviera muerto.

—¡¿Y por que no lo mataste?! —China soltó su polo levantándose —ah estoy en mi limite, ya no me importa nada, eres libre me aburrí de esto —salió de la habitación sin mirar atrás ahora solo quería dormir, tal vez en sus sueños volvería a ver a su hijo de nuevo.

—Gracias por no intervenir —se levanto con la ayuda de Kazajistán que había salido del baño.

—Estaba por salir y golpearlo —Inspecciono si realmente el contrario no había sido lastimado —Creo que no será necesario esto —sacó de su bolsillo una inyección que contenía un líquido amarillo espeso.

—tira eso puede ser peligroso.

—¿Por qué decidiste hablar con él? pude darle su merecido.

—Aunque odie admitirlo yo también le hice un daño innecesario.

—No digas estupideces él abuso de ti.

—Si pero con ayuda de Impe. Japonés lo torture por 1 mes mandando fotos mías donde supuestamente me torturaba —el mayor se echo mirando el techo imitando la acción del menor —pude solo irme diciendo que me escape pero no lo hice, MRTA solo cumplía mi deseo de torturar su mente e corazón le hice pasar por todo ese dolor durante 6 años.

—No es tu culpa, en ese momento estabas con mucha cólera, es algo normal todos tus sentidos se bloquean elevando tu maldad.

—Lo sé, me alegra que me hayas ayudado, pero ¿estará bien China?

—Cómo te puede preocupar ese hijo de perra —se puso de lado mirándolo enojado.

—al abusar de mi cada 10 años, me enteré que tomaba pastillas para la depresión y cuando se acerca la fecha de mi supuesta muerte se encierra en un cuarto de manicomio por 1 mes sin salir ni comer. Él no está bien pero ¿que puedo hacer yo? Yo fui quien lo llevó a eso —se cubrió con sus manos sus ojos evitando llorar —Ambos somos culpables, Y-yo no soy para nada una buena persona.

—Si no lo fueras hubieras dejado que le inyectara el veneno, nadie es bueno todos en algún momento hicimos sufrir a alguien ya sea con o sin intención —toco con dulzura sus mechones —ahora eres libre, así que no quiero que sigas llorando.

Kazajistán salió de la habitación agarrando la mano del bicolor, haría que su ánimo se levantará no quería verlo mal ya que cuando lo veia llorar su corazón comenzaba a doler a tal punto de odiarse por no protegerlo.

La hora de partida llegó y los países ya se encontraban en la espera del helicóptero exactamente eran las 3:32 am, todos tenían mucho sueño e frío.

—¿Por qué China no está? —preguntó el español al percatarse de su ausencia.

—Dijo que no podría hacer la misión por temas personales —FBI no entró en más detalles, solo podía decir lo superficial.

—¿Ustedes que? ¿ya son pololos? —México imitó la jerga del chileno que era abrazado de Alemania.

—Queti —como niño pequeño le sacó la lengua.

—mira este pendejo, creo que te quieres quedarte sin lengua —aunque era raro el que saque la lengua lo veía peor que insultó.

—Perú, ¿podemos hablar un rato? —Usa se había acercado para saber si estaba bien, aún seguía preocupado por haberlo visto llorar.

Aliados [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora