Capítulo 15

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—estoy cansado, ya no puedo seguir matando —se tiro en el sofá de su casa antes de volver al campo de batalla ya que solo tenia 30 minutos para descansar —odio esta vida.

Desde que nació todo su entorno era peleas, torturas y aprendizaje sin descanso jamás pudo jugar con alguien de su misma edad nunca conoció a nadie más que no sea su familia, no conoció las risas, ni la compañía de un amigo,ni la confianza en alguien ya que siempre le decía que todos eran sus enemigos.

Con tan solo 2 años su madre le enseñó a manejar el cuchillo, no lo iba a negar al principio le pareció algo divertido por que podía estar a su lado, lamentablemente a medida que avanzaba el tiempo las horas de entrenamiento eran más largas y era más difíciles de realizar.

A los 5 años ya sabía manejar todas las armas, cuchillos, sabía espionaje, podía ver si una persona mentía atreves del lenguaje corporal. Ahora con 7 años estaba practicando los modos de camuflaje en medio de una guerra.

—¿Qué haces aquí?, deberías estar entrenando —entró por la puerta principal a la que debía llamar “madre”; sin embargo era algo que no lo haría, no era alguien que se comportará como tal y estaba muy lejos de serlo.

—estoy descansando 30 minutos, solo necesito matar a él último escuadrón de Noruega y ya tenemos su territorio bajo tu mando.

Una vez el tiempo terminó, Alemania se dirigió al campo de batalla para cuando termine pudiera dormir tranquilamente llevaba 4 días sin dormir y sin comer.

Finalmente logró terminar su misión después de 1 día entero de mucha pelea contra los Noruegos.

—mierda que agotador es todo esto.

Siguió caminando hasta ver que entre los arbustos salia a un cuervo que tenía una ala lastimada y se agachó para verla más de cerca —mm creo que es mejor matarte.

Las posibilidades de que sobrevivirá era un 10%, el animal podría comer lombrices e insectos por lo que no moriría de hambre pero estaba la otra parte de que un animal se lo coma por su incapacidad de volar, también todos los días esa ave sufriría por el dolor hasta podría llegar a tener una infección.

Al final su destino sería igual, la muerte, era algo que no lo podía cambiar, Nazi le enseñó a no tener compasión con ningún ser vivo.

Agarro su cuchillo que estaba en su pantalón, para ponerle en su cuello —¿Mm? —al momento de ver sus ojos por un momento sintió en la mirada del animal tristeza y en el su reflejo con el mismo sentimiento.

Llegó a dudar si realmente quería matarlo tenía la sensación de que esa ave no quería morir, si no quería vivir, le llevo mucho tiempo pensar, sin embargo al final decidió llevarlo y curarlo claro todo sin que Nazi se diera cuenta, no le gustaba que tuviera animales.

Entro a su estandia para dirigirse a la cocina donde tenía un botiquín, empezó a vendar la ala y ponerle un soporte para que no se moviera.

Las pocas veces que Nazi iba tenía que esconder al ave y todo rastro de su presencia. Al paso de los meses el ave pudo recuperarse, Al llegar el día en que el ave iba a ser liberado Alemania lo dejó en el césped para que volará, no obstante el ave no se movía, solo llego a volar alrededor de la casa, para al final posarse en su hombro.

Dado que él también le agarro cariño se lo quedó llevandolo a sus entrenamientos mientras el ave  volaba.

De los meses pasaron a 2 años en lo que ahora tenía 9 años, él apreciaba como el ave podía volar por todos lados sin necesidad de ataduras y a veces sentía que esa ave podría ser él.

Al llegar a su estadía pensó que no iba a encontrar a Nazi pero se equivocó, él estaba en la cocina con 2 platos de comida servidos en la mesa .

—ya llegaste, siéntate a comer rápido para que vayas a tu entrenamiento de nuevo —no hizo ningún contacto visual con su hijo.

Aliados [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora