Aliados [Editando]

Capítulo 4

México estaba joteando con Argentina a la vez que bailaba junto a su grupo de amigos, cuando ve que a Chile se le cayó una botella de cerveza, la cara de chile al ver la cerveza en el suelo no tenía precio hizo el drama de querer beberlo del piso mientras gritaba ¡ni una sola gota se desperdicia!

Mexico se empezó a reír con el típico  golpe en la pierna con movimiento incluido de cuando no sólo tus carcajadas son suficiente para expresar tu risa, estaba tan concentrado  que  no se dio cuenta que hizo que alguien votara su vaso de trago encima de su camisa, haciendo que dijera unas maldiciones.

—Uy perdón wey, solo no te esponjes —intento ver con que limpiaba la camisa manchada.

—no te preocupes, solo me iré a cambiar —intento calmar sus fuertes ganas de gritarle pero no podía, no con la apuesta que tenía que realizar.

— espérate un rato nomas —dijo yendo donde su grupo de amigos —¡carbones no vayan a armar un pancho ya vuelvo! —grito esperando que lo escucharán y rápidamente se fue donde el Ruso— ahora si vámonos rápido —agarro la mano del más alto llevándolo al cuarto.

Una vez ambos countrys llegaron a su habitación, México se metió a lavar la cara ya que quería refrescarse, mientras tanto Rusia intentaba encontrar donde había metido su mochila; cuando llegó lo había dejado encima de su cama y ahora ya no se encontraba; al final lo encontró debajo de la cama

¿como mierda llego ahí?

una duda que no lo sabrá. Se quito el polo dejando ver su tonificado cuerpo.

—Déjame tu camisa para ir a lavarlo total me sale a peso —salió del baño encontrándose con el ruso «hay por la virgencita» pensó al ver el cuerpo que se cargaba —eh mm —México parecía un niño que recién aprendía a hablar.

Al ruso le pareció graciosa la escena que montaba el mexicano pero se tuvo que aguantar.

—esta bien yo iré a limpiarme al baño, permiso— paso a su costado entrando al baño.

—Mejor voy a chequear donde dejo su camisa —susurro sonrojado para luego irse a la lavandería y dejar su camisa en la lavadora.

Al llegar con su grupo de amigos, vio a todos ya estando para la mierda, solo de milagro seguían de pie; un empujón suave y todos caían como domino en fila, la verdad es que esa idea lo tentaba.

—Boludo, tráeme otra fresca —gritaba el argentino mientras movía el cuerpo de Venezuela que se encontraba echado en el sofá queriendo dormir.

—Pana, tengo caligüeva deja de ser ladilla —como pudo se levantó del sofá mientras trataba de ir a su cuarto.

Venezuela se fue dejando libre el sitio a lo que una pareja europea aprovecharon para sentarse uno encima del otro mientras se estaban besando apasionadamente al costado de Colombia seguido por Uruguay.

—Parce, no se por que pero me siento violinista.

—Claro disfruten su amor malditos europeos yo seguiré sufriendo,estoy en el horno, a mi crush le gusta alguien —acto seguido el uruguayo empezó a llorar, tomando un gran trago de cerveza.

—y ¿Tú que haces aquí? Ponte las pilas si no lo atrapas hoy te lo van a robar.

—uy si que tienes mala pata, en estos momentos Brasil esta todo volado con Jamaica.

—Que mierda que haces escuchando, tsk uno ya no puede llorar en paz, me iré a dormir —Uruguay rápidamente se seco las lágrimas con su brazo y se fue a su cuarto.

—tamare Chile no seas sapo y vámonos—Bolivia empezó a jalar el cuello del polo de Chile para llevarlo donde estaba El Salvador, Paraguay y Panamá.