CAPÍTULO 10

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ANNE

Han pasado varios días desde el encuentro entre Arian y Noel y realmente no entiendo porqué mi novio sigue tan tenso a cualquier hora del día, nunca le había pasado tal cosa comto estar tan posesivo y... Alejado. Siempre que le toca dar la clase no le quita los ojos de encima a Arian quien al contrario parece disfrutar el cambio de humor de mi pareja; tal cosa es extraña pues parece que esa tensión entre ambos no es realmente por celos y eso me tiene fuera de sí. Me preocupa.

Todo este drama me ha mantenido lejos de mi novio quien solo ha estado tenso, callado y con el ceño fruncido; así que luchando contra todo pronóstico salí al centro comercial, me compré una hermosa lencería muy sexy por cierto y al llegar a casa, aprovechando que Noel está en la universidad preparé una cena un tanto romántica hoy para tratar de hacer que todo vuelva a la normalidad.

Arian se ha portado de maravilla conmigo y me trata excelente. Realmente quisiera leer su mente cuando me mira porque es como si se perdiera en sus pensamientos y yo estoy dentro de ellos.

¿Yo le gusto...?

Esa idea me atormenta día y noche y he estado a punto de preguntárselo muchas veces pues su mirada no transmite atracción, es admiración, lujuria, deseo y fascinación. Esa mirada se me hace un tanto conocida y me asusta la familiaridad que siento al tenerlo cerca porque sé de antemano que puede llegar a ser peligrosa esa familiaridad, quien sabe hasta qué punto va a sentirse así.

Sacudo mi cabeza alejando todos aquellos pensamientos que me alejan de mi trabajo inicial y golpes a la puerta me anuncian que Stephanie por fin llegó para ayudarme con algunas cosas. Le he dicho mil veces ya que no tiene la necesidad de estar tocando la puerta cada vez que venga pues ya la confianza que Noel y yo le tenemos hace que pueda entrar cuando quiera pero supongo que aún así le avergüenza hacerlo.

Stephanie es una de las pocas personas que son muy cercanas a mí por aquí. Tiene una personalidad muy extravagante y cualquiera puede pensar que está loca pero con el tiempo de conocerla logras descubrir que ella no le teme a lo que piensen los demás, disfruta ser ella misma y aunque a veces puede tener sus momentos de timidez es demasiado extrovertida, sociable, simpática y dulce. Tiene la capacidad de ganarse tú confianza y transmite alegría a cualquier persona con la que habla. Y en el fondo si está loca pero ¿No todos lo estamos?

Abro la puerta y la encuentro sentada en el pórtico. Con un short de jeans y un suéter con capucha la cual está usando. No se ha dado cuenta de mi presencia así que me siento a su lado y me doy cuenta de que está llorando.

—¿Steph...? — solloza y cuando menos me doy cuenta la estoy rodeando con mis brazos.

—Lo dejé, realmente lo hice— se aferra a mi y aunque me duele ver cómo se encuentra agradezco que por fin si relación haya acabado.

—¿Qué sucedió?

—Vamos... adentro — se levanta con la cabeza gacha. No me preocupo por seguir organizando todo o por Noel porque aún es temprano.

Steph se sienta en el mueble de la sala hipando y derramando lágrimas, y ahí es donde me doy cuenta de que algo anda mal. Rápidamente me adentro a la cocina para buscar dos tazas con helado y frutas para luego sentarme a su lado.

Le extiendo la taza y cuando me mira el mundo se paraliza.

Tiene un maldito morado en su pómulo izquierdo y su ojo está inchado. ¡Con razón estaba usando la capucha!

—¡¿Qué carajos Stephanie?!

Vuelve a sollozar y agacha la cabeza.

Oh, no. ¿Por qué no quiere hablar? Ella no es así. Maldita sea, juro que cuando vea a Julio voy a matarlo.

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