MY BOY BIKER ; JJK - FINALIZADA

20.

Jungkook y Riley salieron de la casa y se dirigieron hacia su auto. Con un gesto natural, él le abrió la puerta del copiloto antes de rodear el vehículo y tomar asiento al volante.

Encendió el motor y comenzó a conducir hacia su casa, con una sonrisa aún dibujada en los labios.

—No puedo creer que mis padres te hayan adorado tanto. —Comentó con un deje de diversión.

—Créeme, yo tampoco. —Riley suspiró, mirando por la ventanilla—. Estaba tan nerviosa que en cualquier momento pensé que dirían algo que me haría quedar en ridículo.

Jungkook soltó una risa baja.

—Al contrario, creo que ahora te quieren más que a mí.

Riley lo miró con incredulidad.

—Eso no tiene sentido. Eres su hijo.

—Precisamente por eso. —Hizo una mueca juguetona—. Han tenido que soportarme toda la vida. Tú, en cambio, eres un aire fresco.

Riley negó con la cabeza, divertida, sin poder evitar sonreír.

TRES SEMANAS DESPUES

En esas semanas, Jungkook le había estado ayudando con todo lo relacionado con Seung. Ahora podía decir que estaba preparada para enfrentarlo, con toda la información que había aprendido gracias al "profesor" Jungkook.

Pero, más allá de eso, algo había cambiado entre ellos. Se habían acercado más, compartían más tiempo juntos, aunque siempre en compañía de Suni. Sin embargo, había una duda que rondaba en la cabeza de Riley: ¿seguía Jungkook acostándose con Sook?

Antes de que pudiera ahondar más en sus pensamientos, la voz de su padre la sacó de su ensimismamiento.

—Riley.

—¿Sí? —Giró la cabeza hacia él.

—Vas a llegar tarde a clases. —Revisó la hora en su reloj con un gesto de advertencia.

—¡Mierda, tienes razón! —Se levantó de golpe, tomó sus cosas y le dio un abrazo rápido antes de salir corriendo.

Llegó a la parada del autobús y esperó impaciente, aún sorprendida de cómo había perdido la noción del tiempo. Cuando el autobús llegó, subió y se acomodó en la parte trasera, perdiéndose nuevamente en sus pensamientos.

Al llegar a la secundaria, se encontró con Suni, quien la miró con una ceja arqueada.

—¿Tarde? Eso no es normal en ti.

—Me distraje demasiado. Perdí la noción del tiempo. —Riley sonrió con algo de vergüenza.

Suni rodó los ojos.

—Siempre estás en la luna. Un día te olvidarás de respirar.

Ambas rieron mientras caminaban hacia la cafetería.

En las últimas semanas, Riley había notado algo extraño. Las miradas sobre ella eran constantes, mucho más que antes. Para algunas chicas eso sería algo común, pero en su caso, no lo era.

—Al parecer, te has convertido en el centro de atención. —comentó Suni con diversión.

—No sé si eso es algo bueno... —murmuró Riley, recorriendo la sala con la mirada.

Y entonces, como si la atmósfera se tensara de repente, una voz aguda y molesta resonó en la cafetería.

—Oye, estúpida.

Riley se detuvo y giró con calma.

—¿Qué pasa, Sook? —preguntó con un tono de tedio.

Sook la fulminó con la mirada antes de cruzarse de brazos.