MY BOY BIKER ; JJK - FINALIZADA

02.

El estridente sonido de la puerta abriéndose de golpe sacudió a Jungkook de su profundo sueño. Gruñó entre dientes cuando sintió cómo su madre lo sacudía con insistencia.

—Jungkook, despierta.

—Déjame dormir... —murmuró con voz pastosa, enterrando el rostro en la almohada para bloquear la luz que se filtraba por la ventana.

—No, vas a llegar tarde a la universidad —anunció su madre, tirando de las sábanas sin piedad.

Jungkook chasqueó la lengua y se encogió sobre el colchón, resistiéndose al frío matutino que lo envolvió de inmediato.

—No quiero ir, todavía me duele la cabeza.

—Eso te pasa por salir de fiesta el fin de semana —respondió su madre, cruzándose de brazos—. Ahora levántate y alístate.

Con un suspiro resignado, se sentó en el borde de la cama y se frotó los ojos.

—¿Feliz? —murmuró con voz ronca, alzando la vista hacia su madre con una mueca de fastidio.

—Sí, Jungkook. Sabes que me preocupo por ti —respondió ella con un suspiro cansado.

—Lo sé, mamá —admitió él, pasándose una mano por el rostro.

—Bien. Entonces date prisa.

Ella salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí. Jungkook dejó escapar un gruñido de frustración antes de deshacerse por completo de su letargo.

—Maldita sea... —susurró, apretando el puente de su nariz cuando un latido punzante le recordó la resaca de la noche anterior.

Con pesadez, se puso de pie y caminó tambaleándose hasta el baño. Se metió bajo el agua tibia de la ducha, dejando que el vapor relajara sus músculos tensos. Tras unos minutos, se secó, se enrolló la toalla en la cintura y salió para vestirse. Optó por un jean negro rasgado, una camiseta ajustada del mismo color, su clásica chaqueta de cuero y unas zapatillas blancas.

Cuando llegó a la cocina, encontró a su padre hojeando el periódico y a su madre colocando el desayuno en la mesa.

—Buenos días, padre —saludó Jungkook con una sonrisa leve mientras tomaba asiento.

—Buenos días, hijo —respondió el hombre con una expresión idéntica a la suya.

—Aquí tienes, Kook —dijo su madre, dejando un plato frente a él.

—Gracias, mamá —respondió antes de llevarse el primer bocado a la boca.

Mientras desayunaba, pensó en lo que le esperaba en la universidad. Otro día rutinario, con clases aburridas y conversaciones sin sentido. Sin embargo, eso cambió en cuanto llegó al campus.

(...)

—Ahí viene Jungkook.

—¡Qué sexy se ve en su moto!

Las voces de varias chicas se mezclaron en el aire mientras él aparcaba su motocicleta y se bajaba con naturalidad. Ignoró las miradas que lo seguían y se enfocó en caminar hacia el edificio principal.

—¡Hey, Jeon! —gritó Taehyung, acercándose junto con Jimin.

Jungkook cerró los ojos con fastidio.

—No griten... —se quejó con la voz ronca.

—Alguien se despertó de mal humor —murmuró Jimin con diversión.

—Te escuché —respondió Jungkook con una mirada seria—. Solo tengo dolor de cabeza.

—Ohh, entonces... ¿no vas a la fiesta de hoy? —intervino Taehyung con tono burlón.