MY BOY BIKER ; JJK - FINALIZADA

09.

Riley se encerró en su habitación, todavía sintiendo la incomodidad ardiendo en su piel. Se cambió en el closet, optando por una pijama suelta y cómoda. Lo último que quería era algo ajustado que hiciera la noche más sofocante de lo que ya se sentía.

—Oh, ya estás en pijama —la voz de Jungkook la tomó por sorpresa.

Se giró y lo encontró apoyado contra el marco de la puerta, observándola con su usual expresión coqueta.

—Sí, y gracias —respondió con cautela, sin saber bien por qué le daba las gracias.

Él sonrió y se acercó un poco más.

—Oye...

Riley se quedó estática al sentirlo tan cerca.

—¿Por qué tan nerviosa? —dijo Jungkook en un tono bajo, haciéndola retroceder lentamente.

—¿Quién dice que estoy nerviosa? No lo estoy —habló rápido, lo que provocó una carcajada en él.

—¿Entonces? —colocó una mano al costado de su cuerpo, encerrándola sin tocarla.

—¿Entonces qué? —preguntó, casi sudando.

—No sé, tú dime —inclinó un poco la cabeza, buscando su mirada.

Riley sostuvo su mirada por unos segundos, pero el peso de su atención la hizo desviarla de inmediato. Su corazón latía demasiado rápido.

—Creo que es hora de dormir —murmuró, cambiando de tema de golpe.

Jungkook la observó con diversión, pero se apartó lentamente.

—Claro.

—Tú dormirás aquí, y yo me voy a la habitación de mi papá —dijo mientras se dirigía a la puerta.

—Ok...

Riley agarró la manija, salió del cuarto y cerró la puerta tras de sí. Se dirigió a la habitación de su padre con la intención de dormir, pero los truenos resonaron con fuerza en el exterior, haciéndola saltar.

«No pasa nada. Solo es una tormenta»

Pero no podía engañarse a sí misma. Se enterró bajo las cobijas, tratando de ignorar los ruidos, pero el estruendo de otro trueno la hizo dar un respingo. Después de luchar por minutos sin éxito, suspiró, odiando lo que estaba a punto de hacer. Con paso sigiloso, regresó a su habitación y empujó la puerta lentamente.

—Jungkook... —susurró.

Él no respondió, pero su respiración tranquila indicaba que estaba dormido. Se acercó un poco más.

—Jungkook, ¿estás dormido? —preguntó un poco más alto.

Un leve sonido de risa le indicó que no.

—Ya no —respondió con voz ronca.

—Lo siento... —susurró apenada.

Él se incorporó en la cama y se frotó los ojos con el dorso de la mano.

—¿Qué pasa? —preguntó con la voz adormilada.

Riley sintió que su vergüenza se duplicaba, pero ya estaba ahí.

—Tengo miedo a los truenos —admitió en un susurro, jugando con los dedos—. ¿Puedo dormir aquí?

Jungkook parpadeó un par de veces antes de soltar una leve risa.

—Claro, es tu casa. Puedes dormir donde quieras.

Dio unas palmadas en el espacio junto a él, invitándola a acostarse. Riley se deslizó con torpeza en la cama, dándole la espalda. Pasaron varios minutos, pero el sonido de la tormenta le impedía conciliar el sueño.