MY BOY BIKER ; JJK - FINALIZADA

17.

Pasaron dos horas y la fiesta seguía en su punto más alto. Ya eran las 11:30 p.m., y Riley, junto a Suni, observaba desde un rincón cómo Jungkook y Sook se devoraban el uno al otro sin el menor recato. Él estaba sentado, y Sook, montada sobre su regazo, lo besaba con una intensidad que rozaba lo indecente.

—Dios, qué asco —bufó Suni, girando los ojos.

—Sí... —murmuró Riley con una mueca.

No podía evitar sentirse incómoda. ¿Cómo podía Jungkook actuar con tanta tranquilidad después del momento que habían compartido antes?

—¿Por qué no se van a una habitación? —se quejó Suni, cruzándose de brazos.

—Ni idea... —Riley sacudió la cabeza, intentando sacarse la imagen de la mente—. ¿Bailamos un poco?

—¡Sí!

Se dirigieron al centro de la pista, donde la música latina marcaba el ritmo. Para Riley, moverse al compás era algo natural; su herencia mitad latina, mitad coreana le daba facilidad para seguir el ritmo con soltura.

Jeon Jungkook

La respiración de Jungkook estaba agitada. Sook se movía sobre él con una mezcla de sensualidad y desesperación que comenzaba a afectarlo.

—¿Vamos a una habitación? —murmuró contra sus labios.

—¿Por qué no aquí? —susurró ella, provocativa.

Él sonrió de lado, acercándose a su oído.

—Si es lo que quieres...

Los dos se pusieron de pie y se dirigieron al segundo piso en busca de un cuarto disponible. Jungkook probó varias puertas hasta que finalmente encontraron una libre. Apenas cruzaron el umbral, él la empujó contra la pared, su mirada oscurecida por el deseo.

—Estoy tan malditamente caliente que cuando esté dentro de ti, no voy a contenerme.

—Entonces hazme tuya de una vez —le susurró ella antes de fundirse en un beso hambriento.

—Oh mierda...—embistio a Sook rápidamente

—A-Ahh~ mierda~—gime en mi odio

—Agh que estrecha estás~—dije cerrando los ojos porque ya iba a llegar a mi orgasmo

—Me vengo~—dijo casi gritando

—Y-Yo también~—dije moviéndome más rápido

—N-No te detengas~—dijo arañando mi espalda, llegamos al orgasmo y nos echamos en la cama

—Que bien se sintió eso—dije recuperando el aire

—¡Si! Me gustaría repetirlo otra vez—dijo y se puso de costado

—¿Segunda ronda?—la mire y levante una ceja seductoramente

Ella no respondió y me beso apasionadamente.

(...)

Park Riley

—¡Suni! —se acercó a su amiga, un poco nerviosa.

—¿Qué pasa?

—Tengo que irme ya.

—¿Ya? ¡Pero si aún es temprano!

Riley la miró incrédula.

—¿Temprano? Suni, ¡son las dos de la mañana!

—¡¿Qué demonios?! —exclamó Suni, alarmada.

—Sí, y si no llego antes que mi papá, me va a castigar, y no quiero eso.

—Está bien... —suspiró Suni—. Vamos por los chicos.