MY BOY BIKER ; JJK - FINALIZADA

26.

Jungkook salió de su casa, tomando la llave de su moto mientras su madre lo observaba desde la cocina.

—¿Te vas a quedar a cenar, Jungkook? —preguntó ella, mirando con una sonrisa.

—No, mamá... pero gracias —respondió él, regalándole una pequeña sonrisa antes de ponerse el casco y salir.

Tenía en mente pasar por la casa de Riley, recogerla y salir, aunque ella aún no lo sabía. Arrancó su moto y se dirigió hacia su destino. Al llegar, apagó el motor, se quitó el casco y se acercó con paso firme a la puerta de la casa de Riley.

—Hola, Riley —saludó con una sonrisa ladeada.

Riley, al verlo, se puso nerviosa. Sus ojos viajaron hacia el interior de la casa antes de mirarlo nuevamente.

—H-Hola, Jungkook... —respondió titubeando—. ¿Qué haces aquí? —preguntó, sin saber cómo reaccionar.

Jungkook sonrió con suavidad y dio un paso más hacia ella.

—Quería que me acompañaras a un lugar —dijo, su tono calmado y confiado.

Riley bajó la mirada, algo incómoda.

—Oh... me parece bien... pero mi papá está en casa y no sé si quiera que salga contigo —respondió nerviosa.

Jungkook se acercó aún más, sin perder su sonrisa, y rodeó su cintura con una mano.

—No tiene por qué enterarse —dijo, acercándose más.

Riley, sonrojada, miró hacia abajo.

—Está bien, pero espérame en la esquina, ¿sí? —pidió, con timidez.

Jungkook le guiñó un ojo antes de dirigirse hacia la esquina junto a su moto.

Riley entró torpemente en su casa, mientras Jungkook no podía evitar sonreír al verla.

PARK RILEY

Sabía que él podía ponerla nerviosa con solo un gesto, y aún no lograba acostumbrarse a esa sensación.

—¿Quién era él, Riley? —preguntó su padre, entrando con aire desconfiado.

—Era... no era nadie —respondió rápidamente, tratando de disimular su incomodidad.

Él simplemente asintió, pero su mirada seguía cautelosa.

—Papá, voy a salir —dijo, levantándose del sofá.

—¿A esta hora? —preguntó él, una ceja alzada en señal de duda.

—Pero son las 9... —respondió ella, con una sonrisa juguetona.

—Es tarde, puede ser peligroso —dijo, preocupado.

—No te preocupes, ya soy grande y sé cuidarme —le sonrió para tranquilizarlo.

—Está bien, pero abrígate bien —dijo él, asintiendo con una mirada que reflejaba preocupación.

Riley corrió hacia su habitación, feliz de salir. Buscó algo cálido para ponerse y así evitar que su papá insistiera más. Se cambió rápidamente: dejó la pijama para ponerse unos jeans negros, la hoodie de Jungkook que aún no le devolvía, y unas botas Timberland. Antes de salir, revisó su celular y bajó las escaleras.

—Ya me voy —le dijo a su papá.

—Cuidado... —advirtió él, desde el sofá.

—Sí, papá, no te preocupes —respondió, rodando los ojos mientras él la señalaba.

—No me hagas ese gesto, señorita —dijo, aún serio.

—Lo siento... —respondió rápidamente, antes de salir de la casa.