MY BOY BIKER ; JJK - FINALIZADA

05.

Subieron a la moto, y en cuanto Jungkook la encendió, el sonido del motor rugió con fuerza. Riley echó un último vistazo a su celular: 8:30. Aún tenía tiempo de sobra antes de que las clases comenzaran a las 9:00.

—Es agradable viajar en moto —comentó mientras observaba las calles pasar a toda velocidad.

Jungkook sonrió ligeramente, manteniendo la vista en el camino.

—Lo es. Me hace sentir libre.

—Creo que me está empezando a gustar.

La conversación no se extendió más allá de eso. Viajaron en silencio el resto del trayecto hasta que Jungkook se detuvo frente a la entrada de la secundaria. No tardaron en notar que todas las miradas estaban puestas en ellos. Los susurros comenzaron casi de inmediato, extendiéndose entre los estudiantes como un eco.

—¿Quiénes son ellos? —preguntó una chica con evidente curiosidad.

—No lo sé, pero el chico está buenísimo —respondió otra, de último año, sin molestarse en disimular su interés.

Riley sintió el impulso de rodar los ojos.

Jungkook bajó primero de la moto y luego le ofreció la mano para ayudarla a descender. Ella lo aceptó sin pensarlo demasiado, pero cuando intentó quitarse el casco por su cuenta, se dio cuenta de que no podía.

—Déjame —dijo Jungkook, acercándose para ayudarla.

Sus dedos se movieron con facilidad, desabrochando el cierre con un simple gesto. Cuando el casco quedó fuera, el murmullo a su alrededor aumentó.

—¡Es Riley! —exclamó alguien, sorprendiendo al resto.

Ella suspiró con fastidio, ignorando las miradas.

—¿Nos volveremos a ver? —preguntó Jungkook, apartándole con suavidad un mechón de cabello del rostro.

Riley parpadeó ante el gesto, pero asintió levemente.

—Sí, claro.

—Bien. Nos vemos, preciosa. —Le guiñó un ojo antes de subirse a la moto y marcharse.

Kim Sook lo observó marcharse con una sonrisa calculadora en los labios. Desde el momento en que el chico llegó en su moto con una desconocida, supo que tenía que acercarse. Al ver que la chica resultaba ser Riley, su interés solo aumentó.

—¿Esa es Riley? —murmuró con sorpresa, girándose hacia su amiga.

—Parece que sí —confirmó la otra.

Sook entrecerró los ojos, cruzándose de brazos.

—No sé qué hace con ese chico, pero no importa. Será mío.

Con esa determinación, avanzó hacia Riley con una sonrisa que no le llegaba a los ojos, contoneando las caderas con la confianza de quien siempre consigue lo que quiere.

—Hola, Riley —saludó con dulzura fingida.

Riley la miró con el mismo entusiasmo con el que se observa a una mosca en la comida.

—¿Qué quieres, Sook?

—Vaya, ¿ahora no puedo saludar a mi amiga? —respondió con una sonrisa, desviando la mirada hacia donde Jungkook había estado.

—Tú y yo no somos amigas.

Sook dejó escapar una risa baja.

—Bueno, al menos preséntame a tu nuevo amigo.

Riley estaba a punto de decirle que no cuando Jungkook intervino, su tono educado pero distante.

—Soy Jungkook, un gusto.