❦︎✵𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒖𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐✵❦︎ (𝑾𝒐𝒏𝒉𝒐 𝒚 𝑻𝒖́)

•∆Capítulo 22∆•

No pude evitar estremecerme ante sus palabras, escuchar eso de su boca me producía una sensación de calor que viajaba desde mi vientre bajo hasta mi pecho, tanto él como yo lo queríamos y por mucho que quiera se me hace imposible negarme. Lo odio pero a la vez lo quiero tanto... Si de verdad a venido hasta aquí para pedirme perdón lo tendré que comprobar.

—Agh, hacer el amor y sexo es lo mismo no sigas mintiendo más -Me separé de él retrocediendo algunos pasos hacia atrás-

—Para tí será lo mismo, para mí es hacerte saber lo que no puedo explicar con palabras -se acercó a mí haciendo chocar nuestras frentes- no te voy a obligar más y no voy a insistirte más pero... Dejame hacerte mía aunque sea por última vez, me marcharé después si es lo que quieres y te dejaré en paz el resto de tu vida -susurró-

Suspiré pesadamente, tenía un debate interno que no me dejaba ejecutar ninguna acción, mi cabeza decía que no le hiciera caso pero mi corazón me gritaba que lo seguía amando después de todo. Opté por no escuchar ninguna de esas dos partes y hacer lo primero que saliese de mí, me separé unos centímetros de él haciendo que nuestros rostros quedasen cerca todavía, sus ojos negros y brillantes se clavaron en los míos haciendo que mi corazón latiera mucho más fuerte y rápido. Su mirada se dirigió a mis labios los cuales  estaban más cerca de los suyos sin que me diese cuenta, en menos de lo esperado nuestras lenguas ya se encontraban en un duelo y mis dedos enterrados en su cabello todavía húmedo, sus manos ya viajaban por las curvas de mi cintura mientras mis brazos enrrollaban su cuello haciendo que el beso se intensificara cada vez más. Nuestras lenguas luchaban y nuestros pies tropezaban por todos lados en busca de un lugar donde dejarnos caer, al fin ambos caímos en el sofá dejándome sobre él. Hicimos una pequeña pausa donde nos acomodamos mejor, mis piernas se encontraban a los costados mientras Wonho estaba sentado. Volvimos a unir nuestros labios y su ropa ya me estorbaba así que quité su chaqueta de cuero negra y algunos de los botones de su camisa, no pude evitar hacer otra pausa para admirar el pequeño trozo de pecho que estaba al descubierto, se veía tan jodidamente sexy ese pecho todavía mojado.

No pude evitar que una sonrisa pícara se dibujase en mi boca, podía notar como su respiración ya estaba algo agitada obligando a que su pecho hiciese repetitivos movimientos de arriba a abajo y eso me encantaba, saber que le agito con solo un beso me hace creer que lo que dice es cierto.

El lugar donde nos encontrábamos no me parecía cómodo así que me separé para levantarme y tomarle de la mano para guiarlo a la parte de arriba donde se encontraba mi habitación, todo esto sin decir ni una palabra aunque estas tampoco hacían falta.
Llegamos a la gran habitación y una vez los dos nos encontrábamos sobre la cama procedí a terminar mi trabajo haciendo que su pecho y torso quedasen al descubierto.

Wonho dio un giro sobre la cama obligándome a quedar bajo su musculoso cuerpo, mis piernas se abrieron dándole hueco entre estas, sin más nuestras miradas se volvieron a cruzar pero esta vez en esa penetrante mirada había un brillo peculiar que nunca vi en el ¿Estará diciendo entonces la verdad? Esa pregunta no paraba de rondar por mi cabeza.

Cuando ya me había dado cuenta, ya me encontraba semidesnuda ante él, solo estaba cubierta mi zona íntima, Wonho separó quedando de rodillas frente a mí mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios y su mirada recorría cada parte de mi cuerpo.

—Eres tan perfecta -llegó a musitar mientras se volvió a acercar a mi para atacar mi cuello.

Mis dedos se volvieron a enterrar en su cabello y no pude evitar soltar un leve jadeo al sentir su pecho mojado contra mi piel, entonces fue cuando caí que el gran ventanal que se encontraba a mi derecha no tenía las cortinas hechadas, se podía ver toda la lluvia y las tormentas pero ¿Y si nos veía algún vecino?