❦︎✵𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒖𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐✵❦︎ (𝑾𝒐𝒏𝒉𝒐 𝒚 𝑻𝒖́)

•∆Capítulo 24∆•

Dejé mi teléfono encima del escritorio, saqué los cuadernos y empecé a copiar. Menos mal que no mandaron tarea porque hoy no tenía ganas de hacer nada.

Mientras que copiaba los apuntes estuve pensando en Sehun, me sentía algo mal ya que me preocupaba que se hubiera ilusionado por culpa de aquel beso, yo también tuve algo de culpa por no haberle parado.

Tampoco le dije nada acerca de Wonho, y no se lo hubiera dicho pero no tengo la culpa de que de que él se presentara en mi casa puesto que yo tampoco lo sabía. Ese era otro asunto que debería de solucionar, Wonho, no se que hacer con el porque estoy confundida. Siento atracción hacia el pero también siento desconfianza, debía de andar con pies de plomo y obviamente debía pararle los pies.

No puedo cogerle cariño, ya estaba demasiado dañada pero no sé qué haré con él, está muy empeñado en que lo que dice es verdad y que de verdad me ama pero no sé qué pensar. Dejé todo tema que me pudiera desconcentrar y volví a los apuntes, terminé una de las asignaturas así que guardé el cuaderno de esta y saqué el de la siguiente asignatura correspondiente. Empecé a escribir pero escuché como la puerta de mi habitación se abría.

-¿Te queda mucho? —se acercó a mí—

-Esta asignatura y ya, solo tengo que hacer apuntes hoy.

-Y si tenías solo que hacer eso ¿Por qué no nos podríamos haber quedado un rato más en la cabaña?

-Porque no sabía que tenía que hacer tan poco, además en la cabaña hacemos lo mismo que aquí ¿Donde está la diferencia? Aparte mis estudios son mucho más importante que lo nues... Qué esto —me autocorrejí—

-A pues entonces sigue tranquila, no te interrumpiré más, se me olvidó que tus estudios son más importante que ESTO —recalcó y seguido de eso se marchó dando un portazo—

Suspiré pesadamente e intenté no darle importancia, retomé el trabajo que realizaba y después de unos veinte minutos más o menos terminé de hacer todo.

Bajé y encontré a Wonho sentado en el sofá mirando el televisor, me acerqué hasta quedar a su lado, me dedicó una mirada seria e intimidante, e de admitir que me puse algo nerviosa no puedo evitarlo, esa mirada siempre me a dado algo de miedo.

-¿Estás enfadado? —pregunté sabiendo ya la respuesta debido a su expresión—

-No —respondió seco—

-Estás enfadado —confirmé— Vamos no es para tanto.

-Si, tienes razón no es para tanto ¿No? —dijo con la misma frialdad—

-Es que no sé cómo referirme a lo que pasa entre tú y yo, estoy llena de dudas ¿Entiendes?

-¿Me quieres? —Preguntó de la nada—

-N-no lo sé ese es el problema, esas son las dudas que tengo.

Al fin noté su mirada sobre mí y seguido un pesado suspiro, casi gruñido de su parte, vi como se levantó y se dirigió a la cocina pasando por mi lado haciendo que nuestros hombros chocaran bruscamente.

-¿Qué quieres que te diga? ¿Te miento y te digo que estoy locamente enamorada de ti y que no puedo vivir sin ti? Si es lo que quieres escuchar dímelo y lo diré.

-Quiero que lo digas pero sintiéndolo, que salga de ti, quiero escuchar tantas cosas salir de tu boca....

Lo seguí hasta la cocina y me senté en la encimera para ver qué hacía, se estaba preparando un batido de proteínas ¿En qué momento a llegado el bote de proteínas a mi cocina? Bueno eso ahora da igual ya que solo me centraba en ver cómo su brazo se llenaba de venas mientras agitaba el vaso con tapadera. Todo esto mientras me miraba fijamente ¿Qué pretende?