9.

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•Todo saldrá bien•

– ¿dónde está Taeyong? – John preguntó mirando hacia todos.

– en la cocina, ¿quieres hablar con él? – Yuta preguntó y el estadounidense asintió con la cabeza un par de veces.

Yuta asintió también y caminó hacia ahí con John atrás de él, tocó la puerta de la cocina un par de veces y se escuchó la voz de Taeil del otro lado preguntando quién era y que necesitaba.

– soy yo, quiero hablar con Tae. – John habló y pasaron por lo menos dos minutos en silencio hasta que la puerta se abrió, Taeil le sonrió amablemente y salió de ahí junto a Doyoung.

Yuta ladeó un poco la cabeza y palmeó su espalda sonriéndole tranquilamente. John entró a la cocina y vió a Taeyong bebiendo agua con la mirada en el suelo, levantó la cabeza hacia el después y elevó sus cejas dejando el vaso casi vacío a un lado. John no dijo nada, caminó hacia el y lo abrazó respirando tranquilamente en su hombro.

– ¿qué ocurre? – Taeyong preguntó correspondiendo al abrazo dando algunas palmadas en su espalda.

– gracias, Taeyong. – John susurró y se separó de él después de hablar, puso sus manos en sus hombros y lo miró a los ojos inhalando profundo. – hemos..sido amigos por demasiado tiempo, no quiero que éste problema sea para siempre, me iré ahora a intentar recuperar al amor de mi vida, hay un montón de cosas que tengo que solucionar, sigamos siendo mejores amigos y por favor, sé feliz por nosotros. – el extranjero terminó de hablar teniendo la mirada fija de Taeyong en sus ojos.

– por supuesto que seguiremos siendo amigos, Johnny. – Taeyong sonrió levemente con pena en sus ojos. – estaré feliz si..los veo felices de nuevo, cuida de él como lo has hecho todo éste tiempo.

– lo haré. Gracias, amigo. – John asintió con la cabeza y sonrió, se abrazaron de nuevo iniciando otra conversación pero sobre el mismo tema.

Mientras que eso ocurría, Lisa y Sicheng seguían hablando con Chittaphon ya en el jardín de la entrada de la enorme casa, intentando evitar que se sintiera intranquilo o nervioso sobre lo que pasaría después.

– no estés nervioso, ya verás que todo estará bien y que podrán ser felices de nuevo. – Lisa acarició los brazos de su mejor amigo quien estaba por ponerse a lloriquear de nuevo, estaba demasiado nervioso.

Lisa le había dicho un montón de cosas que lograron calmarlo un poco, Taemin respondió sus mil mensajes después de un rato, luego lo llamó y entonces el coreano, el chino y la tailandesa se unieron para darle fuerzas, Sicheng hablaba de lo que podría pasar si todo salía bien, Lisa hablaba con seguridad sobre que saldría bien y Taemin hablaba sobre las posibilidades de que las cosas terminen para mal de nuevo.

– dale una última oportunidad a ésto, si no sale significa qué hay algo mejor esperándote. – Taemin habló desde el altavoz del celular. – nos tendrás a nosotros por siempre a tu lado, vamos a apoyar todas tus decisiones mientras que tú seguridad y bienestar estén aseguradas.

– eso, el tiene razón. – Sicheng asintió con una cálida sonrisa.

Taemin quiso hablar a solas con Chittaphon así que los otros dos bailarines se despidieron de su amigo y le dieron fuerzas antes de ir hacia el jardín de nuevo donde sus amigos ya se habían puesto cómodos, Sicheng se sentó junto a su novio y Lisa se sentó junto a Lucas y Jungwoo que pronto le pidieron una actualización de lo que había pasado.

– y si en algún momento te llegas a sentir mal o incómodo, llámame. – Taemin habló a través del teléfono de nuevo.

Y un gran déjà vu golpeó a ambos, eran las mismas palabras que había usado el coreano cuando Chittaphon estaba por ir a su primera cita con John muchos años atrás, el sentimiento para ambos era muy parecido a esa vez, pero multiplicado por diez.

– te prometo que todo estará bien, incluso si no vuelven a estar juntos, desde mañana podrás sonreír y sentirte tranquilo, me tendrás para siempre a tu lado. – Taemin hablaba tranquilo para lograr contagiarle esa tranquilidad. – confía en el, pequeño.

– lo haré, gracias Tae. – Chittaphon susurró y terminó la llamada guardando su celular en su bolsillo.

Dió un par de vueltas en su lugar, tomándose un momento para pensar en John en lo que esperaba por el, sus manos jugaban entre ellas con nerviosismo, ¿y si John había preferido no salir? No..el no haría algo así.

– ¿a dónde te gustaría ir? te llevaría hasta la luna si así me lo pidieras..– John susurró cuando estaban sentados en el balcón.

Chittaphon no tuvo tiempo de recordar más sobre ésta charla, ya que escuchó la puerta de la casa cerrarse y se giró hacia ahí, John estaba ahí sosteniendo las llaves del auto de Jungwoo en su mano, lo miró y le extendió su mano sonriendo levemente. El tailandés rápidamente sostuvo su mano y entrelazaron sus dedos, caminaron hasta salir de la casa y siguieron su camino hasta el auto de Jungwoo, ambos se subieron y se colocaron sus cinturones de seguridad quedándose quietos y en silencio por un par de minutos, Chittaphon miraba hacia el frente y John miraba sus manos ya cómodas en el volante.

– ¿quieres que vayamos a Imjado? – John preguntó de pronto llevando su mirada hasta el más pequeño.

Chittaphon asintió sin pensarlo mucho antes, ellos habían ido a esa isla en una de sus mejores aventuras luego de que el tailandés terminó la escuela, peleó con sus padres un día y John le invitó a la casa de vacaciones de su madre en la isla Imjado, escaparon ahí y volvieron casi una semana después, siguieron yendo ahí cuando querían y tenían tiempo, claro que avisando a las personas necesarias, en la actualidad John sólo iba cuando necesitaba extrema tranquilidad para terminar algún trabajo confuso. El estadounidense empezó a conducir, paró primero a llenar el tanque del auto de su amigo y continuó su largo camino que normalmente duraba casi cuatro horas.

John estaba algo dudoso sobre lo que pasaría en esa noche y tal vez en los siguientes días, pero sintió que su cuerpo se relajaba cuando Chittaphon permitió que el colocara su mano en su muslo, como solía hacerlo, en la primera hora de viaje ninguno dijo nada, estaban perdidos en sus preocupaciones por separado, el dedo pulgar de John se movía de vez en cuando dando caricias en la pierna del chico, manejando con cuidado y atención.

– ¿qué va a pensar mi madre? – Chittaphon suspiró.

– también estaba pensando en eso..creo que vamos a tener mucho que explicar después. – John imitó su suspiro y empezó a reír levemente, logrando que su ambiente sea más cómodo al escuchar ligera risa del más joven también.

Después de todo, el largo y repentino viaje fue cómodo para los dos. Cantaron juntos lo que sonara en la radio y cuando volvían a haber silencios eran mucho más tranquilos, sus manos estaban entrelazadas de nuevo y prácticamente se rehusaban a separarse al sentirse tan cómodas una con la otra. Ya estaba bien entrada la noche cuando llegaron a esa agradable casa, se soltaron para poder bajarse y de golpe recordaron todas las veces que habían estado ahí después de su primera escapada.

– hacia mucho que no venías. – John murmuró mientras cerraba el auto correctamente y buscaba las llaves debajo de una de las rocas cerca de la entrada, una extraña, peligrosa y anticuada técnica de su madre.

– íbamos a venir en las vacaciones de éste año año..– Chittaphon recordó y se encogió en hombros, la separación les cambió por completo los planes.

– Lo importante es que hoy tú y yo estamos aquí. – John le sonrió y abrió la puerta dejándolo pasar primero, caminando atrás de él después de cerrar la puerta de nuevo, encendiendo las luces y asegurándose de que todo estaba en orden ahí adentro.

Exactamente como lo dejó la última vez que llegó, prácticamente igual al amor que tenía por el tailandés.

WANT YOU BACK. |JohnTen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora