⁸ 𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝚔𝚒𝚜𝚜! ◞

783 137 22
                                    


-¿Chris..?

Con cuidado, el chico de pecas abrió la puerta, claro, intentando no hacer ruido; ya era tarde y seguramente el mayor ya estaría durmiendo, pero quería confirmarlo, bueno.

No sabía para qué iba.

Al verlo dormido sobre su escritorio, se le estrujó el corazón. La luz de el escritorio estaba encendida, al igual que su ordenador portátil, que aunque la pantalla estuviera apagada, sabía que seguía andando por su característica lucecita. Había varios libros y cuadernos desperdigados en la mesa, incluso algunos con las páginas dobladas: definitivamente, la mesa de Chan era un desastre.

Lix se acercó al escritorio del mayor, notando su respiración; tan cansada y calmada a la vez. Daba gracias de que sus pantuflas no hicieran tanto ruido.

Uno de las libretas llamaron su atención.

"Felix."

Tomó el cuaderno con delicadeza, sin mover mucho el brazo de Chan, al tenerlo debajo. Estiró la esquina de la página, pues era de las muchas que se habían doblado, y pensó.
Esa libreta no era de clases.

Había poco escrito, sí. Pero lo necesario para ablandar a Felix.

Habían varios apuntes sobre un tema en concreto, "la sinestesia". Al comenzar a leer, vió que no sólo eran las situaciones que Chan había experimentado con él, sino que había otro apartado. "Vídeos". Y una lucecita se encendió en la cabeza del de pecas.

Se acercó al ordenador, y suavemente deslizó su dedo por el ratón; pues Chris no tenía uno inalámbrico. Al ver como se encendía la pantalla, volvió su mirada hacia ella.

Y allí estaba, uno de los seguramente muchos vídeos que Bang se había tragado sobre la condición de Lix. Bonito, ¿no?

Para Felix era terriblemente tierno.

Después de sentir miles de sensaciones en su estómago, siguió leyendo sus apuntes, así unos diez minutos en los cuales Lix leía sobre su propia vida, de pie, como una película.

Y al ver la hora, dejó el cuaderno de nuevo sobre el escritorio. Apagó el flexo dándole un par de golpecitos y, esta vez quiso darle otra despedida.

Ya con las luces apagadas, el rubio removió su cabeza hasta quedar frente a Lee, aunque no estaba despierto, ¿verdad? Santo cielo, decirme que no lo estaba.

Así que, el más pequeño se acercó a Chris, y le plantó un pequeño besito. Uno que duró bastante para él, pero que en realidad fueron dos segundos cortitos de probar unos labios rosas, fue genial! Y sin más, salió de la habitación casi corriendo.

Y con el pasar de las horas, Lix volvió a la habitación del mayor. Sólo para checar que siguiera en su sitio, pero, vaya.

Ahora Chris estaba descansando plácidamente en su cama.

Oh, no.

¿Se habría dado cuenta?

¿Se habría dado cuenta?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

AAAAAAAA

[🌥]

⎗ 𝙲𝚘𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚖𝚊. | ᴄʜᴀɴʟɪx ⎗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora