–¿Qué fue lo que me ibas a decir, Chris?El mayor respiró hondo, sonriéndole.
–Que tu cara estaba tan roja como un tomate.
–¡Eso es mentira, Chan!
Instantáneamente, el color volvió a aparecer en las mejillas de Lix, quién ahora lo miraba con el ceño fruncido tiernamente, al igual que su labio inferior abultado.
Chris rió suavemente, observando con dulzura el grisáceo tono en las mejillas y nariz del más chico, mientras escuchaba las quejas del pecoso por decirle lo que estuvo a punto de comentarle el otro día. Agradecía que estuvieran solos en el gimnasio, Dios.
No se imaginaba lo que podría pasarles si los vieran.
–Vuelves a estar rojo. —Confesó el mayor, riendo.
–¡Mentira! Es como... —E intentando encontrar una salida, se decidió por uno de sus colores favoritos.— Es como un rosita, tirando a rojo...
Bueno, quizás esa jugada no le había salido bien.
Pero no se dió cuenta de la sonrisa débil que estaba en el rostro del mayor, con los ojos cargados de lágrimas. No pestañeaba. No las iba a dejar salir.
Claro, eso alertó a Lee, quien, nervioso, se volvió a acercar a él.–Channie, ¿qué pasa?
–...tu piel, tu ropa, tu cabello, todo. Lo veo todo gris, Felix.
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⎗ 𝙲𝚘𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚖𝚊. | ᴄʜᴀɴʟɪx ⎗
Fiksi Penggemar◞𝙲𝚑𝚊𝚗 𝚎𝚜 𝚊𝚌𝚛𝚘𝚖á𝚝𝚒𝚌𝚘, 𝚢 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚗𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚖𝚎𝚝á𝚏𝚘𝚛𝚊 𝚎𝚕 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚞 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚎𝚛𝚊 𝚐𝚛𝚒𝚜. 𝙰𝚞𝚗𝚚𝚞𝚎, 𝚚𝚞𝚒𝚣á𝚜 𝚞𝚗 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚘 𝚍𝚎 𝚙𝚎𝚌𝚊𝚜 𝚙𝚘𝚍í𝚊 𝚎𝚗𝚝𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛 𝚎𝚜𝚝𝚊 "𝚖𝚎𝚝á𝚏�...