⁹ 𝙳𝚘, 𝚛𝚎, 𝚖𝚒. ◞

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–¿Empezamos desde el principio?

Y ahí estaban de nuevo; aula de música. Los dos. Sólos. Tocando lo que se les antojaba. Pero, ahora, con aún más confianza; y eso se afianzaba al ver al más pequeño entre las piernas de Chan, mientras que el rubio le sujetaba las manos para tratar de ayudarlo a aprenderse el ritmo que llevaba a cabo. Pero, el ahora peli-rosa, no se quejaba. ¿Y por qué, os preguntaréis? Bien.

Christopher había hecho una melodía con sólo las notas que a Felix le agradaban.

Y eso hacía que Lee poco a poco cayese más ante Christopher Bang.

–De acuerdo.

Y el rubio empezó a tocar, tomando las pequeñas manitas de Felix. Y, claro, a esa cálida sensación se le sumaban las notas. A Lix le estaba entrando sueño. Bueno, en todo caso sería normal. Ya eran cerca de las siete de la tarde y se habían quedado practicando incluso cuando el turno nocturno había entrado.

Y, el ser otoño no ayudaba.

Oscurecía mucho más rápido y pronto, y a eso se le sumaba el despertarse temprano de siempre. Así que, en cuanto Chan vió que el más pequeño no daba más de sí, bajó la tapa y salió de la clase junto a un Felix medio dormido a su lado.

Si. Iban a ir juntos al dormitorio.

Y, ¿qué era lo más "interesante" de aquellos días? Pues, no mucho, a ser ciertos.

Sólo que fueron las dos semanas más.., extrañas para Felix de su vida.

Sentía.., ¿culpa, quizás? Le había robado un besito a Chan.

Era un ladrón.

Pero, ¿y quién estaba yendo ahora hasta los dormitorios con Chan?

El mismísimo ladrón.

–¿Te vas a quedar?

El de pecas lo miró, expectante; no se esperaba esa pregunta. Por ello, sintió un leve sabor amargo en la boca. De nuevo, algo involuntario.

Y Bang lo notó. Felix ya le había hablado sobre sus reacciones involuntarias.

–Digo, no quiero sonar grosero. No me incomodas.

El rubio sintió cómo se le subió el color a las mejillas. Se llevó una mano a la nuca, rascándose. Agradecía que el chico no lo pudiera ver.

Pero, claro. Él tampoco podía ver al peli-rosa.

Así que, cansado, se echó sobre la cama, suspirando. El menor no tardó en imitarlo, solo que se limitó a sentarse en el borde de la cama por unos instantes, hasta tumbarse al igual que él.

Y allí estaban, a nada de quedarse completamente dormidos. Pero los dos tenían la cabeza en las nubes.

Casualmente, en la misma nube.

Así que, sin esperar más, al igual que hace unas semanas, Felix levantó su cabecita para encarar al mayor; quien también seguía despierto, mirándolo. Parecía orgulloso, algo así como un padre que se enorgullecía al ver a su hijo lograr algo.

Y ese algo fue un piquito. Otro piquito. Otro más. Y así uno tras otro. Hasta que se echaron a reír en silencio. Y luego, otro piquito más.

Un besito de buenas noches.

"Do, re, mi" no son las notas que hacen "feliz" a Felix

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"Do, re, mi" no son las notas que hacen "feliz" a Felix. Pensé que el nombre le pegaba al capítulo, aunque iba a estar dividido en dos partes, por eso no mencioné nada de los besos en el título, como en el capítulo anterior. Pero bueno. Tómenlo como un regalo uwu.

Agárrense porque se acerca el final, i guess.

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⎗ 𝙲𝚘𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚖𝚊. | ᴄʜᴀɴʟɪx ⎗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora