¹⁰ 𝙲𝚊𝚗 𝚠𝚎 𝚔𝚒𝚜𝚜 𝚏𝚘𝚛𝚎𝚟𝚎𝚛? ◞

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Ya había pasado un tiempo desde lo ocurrido, y, bueno. No hace falta decir que eso se repitió todas las noches hasta ahora, justo antes de quedarse dormidos; porque, sí. Ahora Felix prácticamente vivía en el departamento de Christopher.

Pero no lo hablaban durante el día. Ni siquiera lo mencionaban, simplemente seguían con su vida diaria como si nada hubiera pasado. Ahh, pero llegaba la noche y se ponían sentimentales.

En fin.

También cabe destacar que Felix solo vió un par de veces más el cuaderno de Christopher. Parecía que ahora lo mantenía en secreto desde que lo había leído.

Pero eso no le importaba. Ahora los dos rebosaban felicidad, y claro que se notaba.

Ahora, mientras uno estaba sentado en el borde de la cama, como siempre, el otro ya estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo. Había sido un día largo y duro para ambos.

Se acercaba la primera semana de exámenes finales, y gracias a eso ahora se veían menos. Sólo tenían las noches para charlar, y a veces lo tiraban por la borda al empezar a darse besitos. Pero, vamos. No desaprovechaban nada.

Así que, ahora, Felix se quitaba los calcetines aunque tuviera frío. Luego se metía bajo la manta de Christopher y entraba en calor.

También el cuerpo del contrario le brindaba calor y comodidad.

Y esa noche no hicieron falta las palabras. La sola mirada del más pequeño lo decía todo.

El rubio podía contemplar en sus pupilas ese deseo por volver a hacer lo de siempre. Pero, esta vez, de forma más especial.

Quería un beso.

Su primer beso.

Y sería con Bang Christopher Chan. Dios, gritaría en ese mismo instante.

Así que, el mayor no necesitó más tiempo para rendirse ante el chico de pecas. Porque, al igual que Felix había empezado todo eso, ¿quién era Christopher para negarle nada al pecoso? ¡Nadie! Por Dios, ¡Felix era lo más precioso que había visto nunca!

Incluso todavía pensaba en eso mientras tenía los labios del más chico sobre los suyos. Así que, finalmente, después de cortar el contacto, repartió millones de besitos por todo su rostro, mientras que Lix se aguantaba la risa y dejaba su sonrojo florecer.

 Así que, finalmente, después de cortar el contacto, repartió millones de besitos por todo su rostro, mientras que Lix se aguantaba la risa y dejaba su sonrojo florecer

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Estoy medio dormida y no sé qué escribí. Mañana lo leeré y veré si me gusta pq mi cerebro no funciona en estos momentos.

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⎗ 𝙲𝚘𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚖𝚊. | ᴄʜᴀɴʟɪx ⎗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora