–¿De qué color es la i?–¡Es amarilla!
–¿Y la e?
–Roja.
–¿Cómo que roja?
Los dos estallaron en carcajadas, pero el australiano mayor parecía no querer dar tregua.
Estaba siendo una tarde aburrida, estaba lloviendo. Navegando en internet, Felix encontró una serie de vídeos en los cuales la gente intentaba adivinar el color de las letras. Christopher estaba fascinado, por lo que no dudó ni un segundo en probarlo con el chico de pecas.
–¡Es verde, Felix!
–¿Cómo que verde? ¿Quién puede saber eso? ¿Eh? ¿Eh?
Lo estaba intimidando, o eso creía.
–Venga, acepta que has perdido y ya está. Yo te seguiré queriendo igual.
El ahora rubio acabó entre los brazos del mayor, sonriendo.
–Ríndete tú, Christopher. No eres competencia para mí.
Acercó sus rostros tan de golpe que Chan casi se echa hacia atrás, pero no lo hizo. No iba a sentirse más pequeño, y bien que se lo demostraba a Felix con una sonrisa burlona surcando sus labios.
–Puede que no lo sea en ese aspecto, I.
Y por fin, besó sus labios. No fue ni corto ni largo, ni inocente ni duro. Un beso que hizo suspirar a ambos, pero que también hacía que los sentimientos sobre el contrario florecieran mediante aquello.
–¿I? ¿De dónde sacaste esa tontería?—Preguntó Lee, recién cuando dejó en paz los labios del mayor.
Sin embargo, seguían juntos, cerca el uno al otro.
–Dijimos que la i era amarilla, ¿no? ¿Y de qué color es el sol, sunshine?
El acento hizo estremecer al pecoso, coloreándole las mejillas en el proceso.
Todavía recordaba cómo se había presentado como amarillo, como una persona amarilla. A Chris le había parecido la mejor oportunidad de su vida en muchos sentidos.
–Qué rebuscado, Chan.
–Lo sé, y te gusta.
[🌥]
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⎗ 𝙲𝚘𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚖𝚊. | ᴄʜᴀɴʟɪx ⎗
Fanfic◞𝙲𝚑𝚊𝚗 𝚎𝚜 𝚊𝚌𝚛𝚘𝚖á𝚝𝚒𝚌𝚘, 𝚢 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚗𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚖𝚎𝚝á𝚏𝚘𝚛𝚊 𝚎𝚕 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚞 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚎𝚛𝚊 𝚐𝚛𝚒𝚜. 𝙰𝚞𝚗𝚚𝚞𝚎, 𝚚𝚞𝚒𝚣á𝚜 𝚞𝚗 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚘 𝚍𝚎 𝚙𝚎𝚌𝚊𝚜 𝚙𝚘𝚍í𝚊 𝚎𝚗𝚝𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛 𝚎𝚜𝚝𝚊 "𝚖𝚎𝚝á𝚏�...