Esos días fueron los mas estresantes sin dudas. Lily, Félix, Claude... absolutamente todo el mundo la observaba e inmediatamente murmuraban entre si.
'Tiene madera para ser una bonita Omega, no crees?' comento entre un susurro un barón a un conde, ella rodó los ojos 'Bonita sería tu boca cerrada fuera de asuntos que no son de tu incumbencia' pensó bufando.
Esos días había estado con su amigo alfa mas de lo normal, pero podían culparla? El ambiente en el castillo la mataba! Las miradas curiosas de los nobles la ponían demasiado nerviosa, el ambiente con su padre no era el mismo, era tenso, las charlas con Félix eran cortas y cortantes, las acciones de Lily demostraban su nerviosismo por el día en el que definiría si su vida sería fácil o un completo infierno.
El único que actuaba como siempre era el ojirubí, quien la trataba como normalmente lo hacía, sin mostrar curiosidad, miedo o nerviosismo en su mirada, como si el supiera lo que iba a ser, o al menos sospechara.
'No te preocupes, cuando digan lo que eres todo terminara' la tranquilizo el azabache 'Seas lo que seas sigues siendo la hija del emperador, si? Nadie se atrevería a humillarte' luego su mirada se oscureció 'y si lo hacen, dímelo, sabes que puedes contar conmigo'
No quiso sacar de nuevo el tema, principalmente por que no tenía ganas de lidiar con el Lucas psicópata.
- Princesa! Princesa! Despierte! Hoy es el día! - exclamo Lily mientras la separaba de sus calentitas sabanas, ella abrió los ojos, mientras la miraba con nerviosismo y miedo. - No se preocupe princesa, sea lo que sea prometo cuidarla – intento tranquilizarla mientras la abrazaba y soltaba feromonas tranquilizadoras, pero eso no la calmo en absoluto.
Se preparo y camino hacía la sala del trono, un sacerdote la esperaba allí para poder finalmente descubrir que era.
El ritual era simple, el sacerdote pinchaba su dedo con una aguja y ella ponía su sangre en una copa de cristal, el sacerdote decía un par de palabras y alzaba la copa, luego la deidad debía decir que era.
Si bien jamás había escuchado de un ritual así en el Omegaverse, suponía que era por que era una época antigua o algo así.
Vestía un simple vestido color blanco con toques plateados y dorados, su cabello era recogido por una corona de flores blancas que tenía en el medio una flor roja.
Suspiro y entro al salón del trono, donde todos los nobles la esperaban impacientes, luego de años especulando que podría ser la princesa por fin sería el día donde todas sus dudas se aclararían.
En cambió, la heredera a Obelia estaba nerviosa, ella sabía que todos los nobles querían solo una cosa:
Que ella sea una Omega o una beta por lo menos.
Ninguno de ellos quería que fuera un alfa, ya que eso arruinaría sus planes. Y ella lo sabía, por eso ella quería ser un beta, que aunque no tenía mucho poder le daría al menos algo de poder para decidir sobre ella.
'Si resulto ser Omega... podrías fingir ser mi prometido Lucas?' pregunto la rubia con lagrimas en los ojos 'no me quiero casar con alguien a quien no ame, prefiero casarme con mi mejor amigo, contigo...' su voz se quebró, ella estaba asustada, el mago simplemente la abrazo.
'No pienses eso, no te casaras con nadie a menos que quieras, me asegurare de eso, y si ellos te obligan me casare contigo... te lo prometo' el recuerdo de la promesa que hizo con el azabache consiguió tranquilizarla un poco.
Abrió los ojos y camino decidida, por el gran camino que la llevaba al sacerdote que la esperaba, frente al trono con su padre mirándola nervioso.
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𝒟𝑒𝒻𝑒𝒸𝓉𝓊𝑜𝓈𝒶 (𝕆𝕞𝕖𝕘𝕒𝕧𝕖𝕣𝕤𝕖) ຟ๓๓คp
De TodoTodo estaba completamente bien hasta que... De repente murió ¿Pero como? si hace un instante estaba con su mejor amigo! como pudo de un momento para otro simplemente morir? Al abrir los ojos estaba de nuevo en el inicio de todo, como una especie de...