Willy
Fargan me encerró una hora en la cárcel. Supuestamente por "Alterar el orden público", aunque de lejos se notaba que lo hizo por las risas.
Cuando me soltó todos me interrogaron.
R:¿Como que vampiros?
W:¿No lo sabías?
R:Por algo pregunto ¿No?
W:Va
...
Una de las tantas veces que empezamos de cero. Decidimos alejarnos un tiempo de todo para despejarnos la cabeza.
Levantamos paredes con ladrillos de arenisca, no muy lejos de un pueblo.
Cuando nos acercamos a las personas, lo primero que nos advirtieron fue de los vampiros que había por la zona. Los ataques se concentraban especialmente por ese lugar.
Descubrí que habia un cazavampiros en el pueblo, así que me acerqué a preguntar.
Me enseño lo básico, como hacer una estaca de forma rápida, me contó de sus debilidades. Pero también me contó que un vampiro podía curarse. Esto, gracias a una vacuna, que uno de sus trucos es que contenia ajo.
(...)
Apenas salió el sol, me levanté de la cama para buscar ajo, solo por si acaso.
(...)
Todos los ingredientes estaban listos, en unos minutos podría generar una vacuna.
V:¡Willy!¡Que se comen a un hombre!
W:¿Que?
Mire por la ventana, y Vegetta tenía razón. Un vampiro perseguía a un hombre en la noche.
Cogimos la espada y salimos en su auxilio.
La bestia giró a vernos, y dejó al hombre en paz. Pero venía por nosotros. Eso simplemente era una distracción, pues otros cuatro vampiros aparecieron de la oscuridad y se nos abalanzaron.
Dos vinieron por mi, y tres fueron por Vegetta.
Eran mucho más fuertes de lo que esperaba. Eran más rápidos de lo que esperaba.
Aunque logré apuñalar a uno justo en el lado izquierdo del pecho, aún quedaba el otro.
Me tomo unos minutos más acabar con el, pero lo logré.
Giré la vista, y los tres estaban sobre mi compañero. Alcanzé a ver cómo le clavaban los colmillos en el cuello, dejándolo inmóvil.
Tenía que apurarme, o en tres minutos lo matarían.
Corrí hasta ellos, pero no lo soltaron.
Mate a uno de ellos, pero aún resistían, su prioridad era acabarlo.
Logré atravesar con la espada al que lo mordía, solo quedaba uno.
Se acercaba lentamente a mi. Pero Vegetta se levantó rápidamente y lo apuñaló, antes de caer inconsciente.
Lo cargue hasta la casa, preparé la vacuna lo más rápido que pude, y se la inyecte.