Fargan
Raúl cayó al Suelo, seguramente sin vida.
J:Un trato es un trato.
V:¿Sabes? Me siento... Libre. Sin ataduras. Sin filtro. Me está gustando esto.
J:Entonces te quedas.
V:Acepto. Yo mismo ayudaré a destruir el pueblo. Yo mismo mataré a los civiles.
Sus ojos mostraban odio. Se le veía contento.
V:¡Vamos Al Ataque!
F:¡Traidor!¡Que eres un puto Traidor!
V:Por fin tendré la oportunidad de acabar con cada uno de ustedes. Por fin cobraré venganza por todo lo que me han hecho sufrir. Os torturaré hasta que me supliqueis.
Al:Yo mismo te mataré, puta rata.
V:Llevo una vida soportandolos. Ahora es mi momento de decidir.
Hijo De Puta...
Me esperaría esto de cualquiera. Pero no de el. No de el que siempre Luchó por el pueblo.
V:Si me disculpan, tengo personas a las que matar. ¡Síganme!
Un Grupo de Rappitôris le siguió, como si se hubiera convertido en su líder de un momento para otro.
R:Ganaras o perdieras, atacarías al pueblo igualmente.
J:Tienes Razón. Pero de extra, uno está muerto y el otro se convirtió en un traidor. Salgo ganando por todos los lados.
Volteé a ver a Auron.
Espera...
Me percaté de un detalle.
¿Porque El Cuerpo No Sangra?
Vegetta apareció de nuevo, y se acercó al Jefe.
V: Hemos tenido un pequeño problema. Hay que llevarnos a uno de éstos.
El Líder se volteó, y en un movimiento rápido, Vegetta, con su espada en la mano, se la clavó en la espalda.
V:Tienes una espada en la Aorta. Perderás la consciencia en 1 Minuto y 12 Segundos. Pero Morirás en exactamente 2 Minutos con 27 Segundos. Mientras estés consciente, hay alguien que quiere hablar contigo.
Se alejó del Jefe, y se acercó al cuerpo de Auron.
Le dió una patada.
V:Levanta.
A:Tío, que me arruinas el drama.
W:Pero-
Raúl se levantó del Suelo como si nada. Los demás Rappitôri simplemente miraban, ninguno movió un músculo.
A:Soy una persona muy vengativa. En el pasado, has tenido la mala suerte de cruzarte conmigo. Me torturaste. Todos los días, sin falta alguna. Sin comida ni agua. Casi logras que me coma mi propio brazo. Pero escapé. Y has vuelto a tener la misma mala suerte de volverme a encontrar. Ahora estás del otro lado. Y encontré tu debilidad: Si alguien hace algo a tu favor, confías en el. Esta vez era demasiado obvio para dudar, ¿Verdad? Pero bueno, ya vas a morir, así que me voy. Que tengas un buen día. Te deseo lo mejor.
Finalmente, cayó al suelo.
Ambos se nos acercaron.
V:¿En serio se creyeron ese cuento barato? Incluso fue mal actuado.
Al:Eso no importa. El punto, vimos como apuñalabas a Raúl. ¿Porque sigue aquí?
A:El viejo truco de pasar la espada entre el brazo y las costillas. Las cosas pasan tan rápido, que nadie se percata. La espada era de verdad.
V:Si fallaba, accidentalmente lo mataba.
A:He temido por mi vida.
R:¿Y que hacemos con los que están atrás, mirándonos como tontos?
A:Por ellos no te preocupes, tienen miedo. Después de ver lo que le hemos hecho a su líder, seguramente ni se acercarán al pueblo. Ahora se irán.
M:¿Y tú no estabas hipnotizado?
V:Auron ya me curó. Creo que ninguno de ustedes se percató de eso. Ni siquiera entendí lo que me dijo.