La mayoría de los que abordaban The Skeld celebraron con júbilo la expulsión de quiénes creyeron era el impostor, Max fue el encargado de subir la moral en el grupo para obtener crédito y asegurar su inocencia desde su estado más neutral. Siendo quién dejó muy claro que todos habían sido partícipes en aquella importante decisión. Algunos se lo creyeron más que otros, sin embargo, aún no llegaban a estar tan divididos. Cosa que en parte resultaba poco beneficiosa para los verdaderos impostores.
Dorian pertenecía al bando incrédulo; no es que tuviese la habilidad de Corey para leer a las personas, pero las palabras del verde rondaban en su cabeza trayendo como consecuencia cierto malestar a nivel de ánimo. Es decir, casi ni habían dejado que se explicara del todo bien antes que la mayoría votase en su contra. Se sentía terrible recordar que había formado parte de eso.
Corey notaba la incomodidad del rosado o más bien la desconfianza que provenía de todo su cuerpo. No lo culpaba cuando él incluso se aprovechó de su influencia para su propio beneficio, hecho que se sentía como la mierda a decir verdad. Corey no reparaba en los daños colaterales, hasta que Dorian volvió estos un sentimiento de culpa que empezaba a corroerlo.
—¿Dónde quieres ir ahora?—. Preguntó el de negro al acercarse a Dorian, quién le devolvió la mirada con algo que pudo reconocer como consternación. El juego le estaba afectando más de lo que debería y sus en sus ojos lo notaba. Como si estuviera a una advertencia de la voz mecánica para tener otro ataque de pánico.
—No lo sé, supongo que ahora estamos seguros pero siento que no es así. Como sea soy un poco paranoico, no me prestes atención. Solo vamos a un lugar seguro ¿sí?—. Pidió el chico con voz suave. El corazón del moreno palpitó con un fuerte deseo de protección que fue inevitable ocultar cuando lo tomó de la mano y lo llevó fuera de la sala principal hacia reactor.
El sitio estaba solo por lo que Corey se sintió decidido a consolar a Dorian; tomándolo por la cintura lo llevó a un rincón, donde lo abrazó y acarició su cabello con calma. El rosado abrió los ojos impresionado por la acción del moreno, es decir, aunque se habían besado Dorian seguía siendo muy ajeno al romanticismo. Fueron apenas segundos de reticencia ya que poco después se escondió en el cuello de Corey.
Lo mismo ocurría con el de negro; quién de pronto pareció más avergonzado por aquel abrazo antes que habérselo comido a besos momentos antes. Corey estaba cambiando, cosa que en el fondo agradecía pues era un claro recordatorio que seguía siendo un humano con sentimientos. A lo largo de los años, con el entrenamiento Corey perdió parte de su sensibilidad, obteniendo buenos resultados para ciertas cosas que no incluyeran la empatía. Ahora podía ofrecer un gesto sincero sin sentirse un bicho raro.
—¿Estás mejor? — Preguntó Corey tras haberse separado un poco del chico; acariciando su mejilla con la yema de sus dedos. Dorian levantó la mirada y le sonrió.
''Bueno miren, señor seriedad en verdad tiene un lado lindo''—. Pensó con gracia mientras asentía. Dorian creía que se había acostumbrado demasiado a ser cuidado por el chico en momentos difíciles a diferencia de Corey, quién siempre se mantenía sereno. Era cierto que cada persona reaccionaba a su manera frente a circunstancias que lo sacaban fuera de su zona de confort, pero debía admitir que era increíble la firmeza del chico.
—Siempre preguntas por mí, pero no has expresado cómo te sientes al respecto de todo lo que está pasando aquí, Corey. Puedes hablar conmigo también ¿sabes?—. Dorian se animó esta vez a ser quién acariciara el rostro del contrario. Él tenía mucha experiencia en cuanto a ocultar emociones; siempre lo hacía con su padre para que no se preocupara por nada, así no tuviese para comer al día siguiente. Al final del día, buscaba una solución temporal pero los sentimientos aguardados quedaban latentes.

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Proyecto Impostor
Kısa Hikaye[COMPLETA] Para mantener a su padre hospitalizado, Dorian necesitaba mucho dinero; o un milagro. Incapaz de mantener sus trabajos de medio tiempo y su propia vida al corriente, deposita su última esperanza en la boleta de participación para la copa...