My little sister's desire

¿Celosa?

—¿Qué hacen ustedes aquí?

Esa voz...es de un pilar, mi visión estaba algo borrosa pero podía distinguir esa figura en cualquier lado, era el pilar del sonido, ¿qué estaba haciendo aquí?, rápidamente un grupo de Kakushis entraron al edificio llevándose a los heridos.

Usui-San era muy egocéntrico así que cada demonio que se le acercaba era despedazado de una forma exagerada.

—Debo admitir que se encargaron de la demonio de una forma vistosa pero...—rebanando a un demonio—

—¿Usui-San?

—Aún les falta mucho por aprender, yo me encargo a partir de ahora—limpiando la sangre de sus espadas

—¿En-cargarse?—preocupado

—Sáquenlos de aquí

—¡Sí!, Hashira Usui-san

—¿Un demonio te hizo eso?—atendiendo mi herida

—Va a tardar en cicatrizar—dijo otro chico mirando mi abdomen

Usui-San se encargó del resto de los demonios bestia del lugar mientras que a nosotros nos vendaron y trasladaron a la finca de las mariposas, solo alcancé a ver cómo el sitio se desmoronaba de a poco, la ciudad era un caos, poco a poco todo se cubrió en una nube de polvo todo se oscureció para mí.

Cuando desperté vi que estaba en una camilla algo sedado, estar aquí otra vez solo me recordaba que debía ser más fuerte...
Los Kakushi me habían dado algo para mitigar el dolor que aquella herida me causaba, dijeron que no me moviera demasiado o podría abrirse de nuevo.

De repente escuché la puerta abrirse lenta y calmadamente.

—Tanjiro...

—¿G-Giyuu-San, qué hace aquí?

—Pilar del agua—saludando con respeto

—Podrían darnos un momento, ¿por favor?

—¡Sí!—jalando a su compañero fuera de la habitación

—Kocho me contó todo...

—¿Ah, si?—preocupado

¿Todo?, ¿a que se refería con todo?, no podía dejar de pensar en que era lo que le pudo haber dicho, fue solo lo ocurrido en la misión o...

—Debió ser una equivocación

—¡¿Qué?!

—Ese tipo de misiones suelen ser para el pilar del sonido

*suspira aliviado*

—¿E-Es por eso que que Usui-san estaba allí?

—Claramente la ciudad de Jade no es un sitio para un par de niños como ustedes—mirándome serio

—Ah... si

Me sentí un poco intimidado, ¿acaso estaba regañándome por tomar el riesgo?, si bien pudimos derrotar a la demonio del hotel de la luna roja, sus secuaces eran superiores en número, con esas heridas no hubiéramos durado mucho tiempo en aquel lugar.

—Tienes que mantenerte con vida, Tanjiro...

—Sí, daré mi mejor esfuerzo

—Por ahora...concéntrate en sanar esas heridas—refiriéndose al corte en mi abdomen

—¡S-Sí!

Sin decirme nada más se dirigió hacia la puerta y mirándome una última vez, yo le sonreí para demostrarle que todo estaría bien, el se despidió y dejó la habitación.