Adrenaline - Hyunmin

ʚ | Bird-brained

no se asusten si hay algo amoroso en este capitulo entre skz x got7

Pulsó la tecla para desbloquear el celular. Marcaba las 3:46 de la mañana. El chico resopló y aprovechó la poca luz que emanaba el teléfono para mirar al pelinegro que dormía en su propia cama. Como su habitación no era demasiado amplia, el colchón que Seungmin y él habían preparado juntos tuvo que estar pegado en la cama del primero. Cuando el celular se bloqueó nuevamente, miró el techo mal iluminado por la tenue luz que llegaba de las farolas de las calles.

Hyunjin se sentía confundido. Esa misma tarde la consideró una de las mejores que había vivido. Pero... Seungmin lo había tratado de una manera que volvió a hacerlo sentir especial cuando sabía de sobras que no lo era. ¿Por qué era así? Su corazón latía algo acelerado tan solo recordar esa tarde, sin embargo, desconocía si era por emoción o por dolor. Recordaba a la perfección lo unidas que se habían mantenido sus manos hasta llegar al piso de Seungmin, sus miradas tan atentas y las miles de veces que le preguntaba si estaba bien. Esas sonrisas tranquilas que le brindaba cuando veía las de Hyunjin, esas caricias que dejaba en su mano o en su brazo. Todo el esmero que usó para hacerle una buena merienda y la pequeña pelea que tuvieron porque Hyunjin se negaba a que hiciera esfuerzos, así que terminaron haciéndolo juntos. Cuando se acomodaron al sofá para ver alguna serie y terminaron hablando sin pausa ignorándola completamente. Y cuando... el pelinegro se acomodó en su hombro cuando el estudiante le mostró uno de sus vines favoritos. También cuando Seungmin le preguntó el significado, porque era en inglés y no lo dominaba tanto como Hyunjin. Y así se mantuvo hasta que la batería del celular del castaño decidió llegar a sus límites y el pelinegro le prestó un cargador.

Tanto Hyunjin como Seungmin echaron de menos sentirse cerca. Por esa razón, como que aún faltaba una hora para la cena –el menor logró convencerlo para que se quedara a cenar y a dormir–, el segundo usó como excusa que se sentía cansado para apoyarse nuevamente en él y a pesar que había mentido, terminó quedándose dormido a causa de las caricias que el contrario dejó en su brazo. En toda esa hora que el pelinegro durmió, Hyunjin siguió brindándole caricias en esa zona e incluso se aventuró a llegar hasta su mano, mirándolo más a él que a la televisión.

Lo que hizo sonreír a Hyunjin mientras seguía recordando fue el momento que despertó Seungmin. Se había abrazado a él inconscientemente al ser despertado dulcemente por su amigo y cuando frotó sus ojos y sus sentidos le hicieron darse cuenta que estaba acurrucado contra él, se levantó alarmado y se disculpó como unas cinco veces.

Después de ello hicieron la cena juntos porque Hyunjin se había puesto delante de la nevera, negándose a moverse hasta que Seungmin no aceptara hacerla con él.

Y poco a poco la tristeza inundó el cuerpo de Hyunjin mientras nadaba entre sus recuerdos más recientes. Se puso en posición fetal, abrazado a la almohada que olía a Seungmin. Estaba seguro que le había dado la suya y él se había quedado con la almohada de los invitados, pero le daba vergüenza justificar su duda porque debía confesar que había detectado su olor, así que lo dejó estar.

No le gustaba sentirse de esa manera porque sabía que sus sentimientos no iban a detenerse. Tenía más claro aún que le gustaba... muchísimo. Y no era como si Seungmin le tratara como un amigo cualquiera.

Sorbió por la nariz con frustración. Daba gracias que estaba durmiendo porque sin querer se le escapó un sollozo pequeño. Mordió sus labios intentando controlarse, pero incluso su tórax empezó a dar pequeños brincos por el llanto. Terminó enterrando su rostro en la almohada, desconociendo si ese aroma que tanto le gustaba ayudaba a calmarlo o a agravar la situación. Tampoco quiso preocuparse por ello. Le gustaba olerla a pesar de que lo hacía pensar en él.