#21

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Anteriormente:

En la tarde Sparta se puso a copiar los ejercicios en un cuaderno nuevo, le envió el justificativo y la evidencia del trabajo a la profe, después de eso con Raptor se pusieron de acuerdo en decirle a Mike que eran novios ya que el era el que más los había intentado unir y gracias a el se conocen.

Después de decirle a Mike la noticia se pusieron a grabar junto a el.

Al terminar de grabar los chicos fueron a cenar y a ver una película.

Al día siguiente:

narra Sparta:

Hoy me desperté antes que Raptor, resulta que nos quedamos dormidos en el sillón.

Raptor se ve tierno durmiendo, está vez espero no despertarlo como otras veces.

Sparta se paro sin hacer ruido lo cual le resulto para sorpresa de él.

Ya en la cocina:

- Bien me faltan 30 minutos para mis clases, alcanzo a tomar desayuno.- Pensó Sparta.

Sparta solo se preparó dos tostadas y un jugo para no hacer tanto ruido, y se fue a conectar a sus clases con audífonos por si la profe gritaba, no despertaría a Raptor.

La clase de Sparta había terminado y está vez no le habían dejado tarea para suerte del menor, pero Raptor aún no se despertaba, Sparta estaba dudando de si despertarlo o no, por que ya parecía que estuviera muerto, se optó por no despertar a su seme que se veía lindo durmiendo y también porque había una probabilidad de que si despertaba a Raptor perdería sus caderas de nuevo y era lo que menos quería en ese momento.

- Dormilón.- Dijo Sparta viendo a su reptil y siguió con su vida.

Raptor se despertó a las 11:00 am y se encontró con Sparta cocinando.

- Buenos días Spartita.- Dijo Raptor mientras abrazaba a su uke por la cintura.

- ¿He? Buenos días Raptor.- Le sonrío tiernamente.

Raptor le devolvió la sonrisa a Sparta que hizo que el pequeño quedara más rojo que un tomate por lo sonrisa perfecta de su novio.

- Te ves tierno sonrojado Spartita.

- Y tu mimiendo.

Raptor le dio un beso a Sparta y se puso a jugar con su lengua, Sparta lanzo uno que otro gemido ahogado.

- Y que estas cocinando mi pequeño.- Dijo al terminar el beso.

- Ramen.

- ¿Comida Japonesa?- Preguntó algo sorprendido el mayor.

- Shi.

- Pensé que después de lo del cebiche thai no ibas a comer más comida Japonesa.

- Tu me diste pastel de agua, y ya callá si quieres comer ramen.

- okey, me quedó calladito, me voy a cambiar.- Le da un beso en la mejilla.

- Se está volviendo adictivo el tío a darme un beso.- pensó Sparta.- Pareciera que fuera la droga de Raptor.


Después de que Raptor y Sparta almorzaran se fueron a la azotea ya que no podían salir por el covid y porque estaba lloviendo ya que estaban a mitad de otoño.

Los dos estaban tranquilos en la azotea tomando leche (No se malpiensen la cosa está), en un momento Raptor miro a Spartita y no pudo evitar reírse un poco.

- ¿De que te ríes reptil?

- Es que te quedo un bigote de leche y te ves demasiado adorable.

Sparta se limpio el bigote de leche que tenia.- Tu no cambiaras nunca Raptor.

- Tal como tu nunca dejaras de tener esos gritos tan chillones que le revientan los tímpanos a los subs o a cualquiera que los escuche con o sin audífonos.

- No exageres, si mis gritos no son tan chillones.

- Si como no.- Dijo en tono sarcástico.

- Pero por lo menos yo no estoy a cada rato viendo monos Japoneses.

- Por lo menos no dijiste monos Chinos que ahí te mato.

- Oye, yo que no son Chinos.

Los dos castaños se la pasaron riendo y bromeando toda la tarde hasta que llegó la hora de ir a dormir.

Siento que sea tan corto, pero mi imaginación se agota.

bye.

por fin te conozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora