•ONE SHOT•|| VALENTINO ROSSI ||

•Cigarrillos•

-¿ Puedo ir a la fiesta?-.

- No-.

-¿Por que no?- crucé mis brazos sobre mi pecho aunque él no me estuviera viendo.

- Vienen invitados, no te podes ir- salió de su habitación por lo tanto lo seguí-.

- Pero el invitado es Valentino, va a saber comprender, me ve todos los santos días. Además no es como si mi presencia cambiara o aportara mucho-.

- No se va a discutir ese tema Julie, además no viene solo Valentino-.

Bajé las escaleras detrás de mi papá quejándome e intentando convencerlo. Al no obtener la respuesta que quería fui hasta el patio trasero donde se encontraba mi mamá para pedirle ayuda.

- Mamá decile a papá que me dije ir a la fiesta, por favor- junté mis manos en forma de rezo y un puchero en mis labios-.

- Pero esta noche vienen a cenar, podes salir otro día- habló mientras leí el libro entre sus manos.

- Pero es el cumpleaños de Sabina mamá, no puedo ir otro día-.

- Basta Julie, vienen invitados-.

- ¿Vos también con eso de los invitados?- me quejé y cerré mis ojos durante unos segundos en señal de frustración- vienen todos los días a casa no se van a morir por no verme una noche en una cena-.

- Julie, dijimos que no así que anda a prepararte que no van a tardar en llegar- dicho eso ingresó a la casa perdiéndose de mi vista, mi padre me miró y comenzó el recorrido detrás de mi madre.

- Jodida mierda- entré a la casa y caminé hasta mi habitación, me duché y vestí con lo primero que encontré, un jean roto color negro y una remera blanca básica. Una vez lista me tiré en la cama a escuchar musica y mirar fotos en mi celular para ver si encontraba alguna que pudiera publicar en algún momento. Cuando elegí una comencé a editarla perdiendo la noción del tiempo, pero mi actividad fue interrumpida por unos golpes en la puerta.

- ¿Qué?- grité y la puerta se abrió dejando ver la cabeza de mi hermano.

- Dice mamá que bajes que ya vinieron todos- dicho eso cerró y escuché sus rápidas pisadas por el pasillos.

Me puse de pié acomodando mi remera y puse perfume en mi cuello, una vez lista salí de la habitación a pasos de tortuga con todo el mal humor del mundo encima, mientras bajaba las escaleras me quedé viendo como todos los invitados ya sentados en la mesa con bebida en sus copas relucientes.
Todos estaban vestidos con ropa de clase, vestidos, camisas y pantalones de vestir de color negro perfecto. Mientras yo vestía la ropa que cualquiera de ellos usaría para ir al supermercado, pero de igual forma no me importó.

Me senté en la única silla libre luego de decir un hola poco audible, mientras esperábamos a que mi madre traiga con ayuda de mi hermano la cena que estaba en el horno, tomé mi celular para terminar de editar la foto y guardarla en una carpeta de mi galería. Dejé el celular entre mis piernas y me acomodé para cenar.
Junto a mi estaba sentado mi hermano a la izquierda y mi mamá a la derecha, junto a ella en la cabecera de ella mesa mi padre, frente a mi madre estaba Sasha, la novia de Valentino, seguida por este mismo quedando frente a mi, los últimos dos asientos eran ocupado por un matrimonio amigo de mis padres y Valentino, Facundo y Fabianna. La última mencionada me caía mal ya que siempre estaba sacando el cuero a las demás personas, típica actividad favorita de una mujer mantenida por su marido. Si éramos invitados a una fiesta siempre le encontraba lo negativo por más perfecta que era la fiesta, no me imagino lo que dirá de nosotros al llegar a su casa, y ahora como la novia de Valentino era incluida en el grupo de amigos se complotaban entre ellas para hablar mal de los demás. Mi falta de cariño hacia ellas era muy notable, hablaba solamente lo necesario y cuando ellas se dirigían a mi.¿ Lo peor de todo? Mi madre no estaba tan lejos de ser como ellas, lo único que la diferenciaba de las otras dos era que ella si trabajaba y lo consiguió todo por su propia cuenta y no por la plata de su marido ni padres.