•ONE SHOT•|| VALENTINO ROSSI ||

•Frustración•

Miraba con adoración a mi papá mientras trabajaba, era muy feliz.

Me llamo Melissa Jarvis, tengo 19 años y en estos momentos estoy de vacaciones en la universidad por lo que estoy viajando con mi papá.

Caminé desde la cafetería hasta el box cargando dos medialunas, un café y dos botellas de agua, una para mi papá y la otra para mi.

Entré en el box y le extendí la botella a mi papá quien la tomó enseguida dandome las gracias mientras la destapaba y luego bebió de ella.

Fui a una pequeña mesita dejando las cosas sobre ella y me senté en una de las sillas. Comencé a desayunar mirando mi celular y de vez en cuando lo que pasaba a mi alrededor.

Los mecánicos y toda persona empleada de Valentino corría de un lado a otro con cosas en sus manos.
La carrera del día de hoy estaba a nada de comenzar por lo que la velocidad en las personas era el doble de lo normal.

Terminé el café y me puse de pié para tirar las cosas descartables que me dieron en la cafetería, volví a sentarme en el mismo lugar bebiendo está vez agua, estaba mirando publicaciones de mis compañeros en sus diferentes actividades de vacaciones cuando escucho como alguien entra dando fuertes pisadas. Levanté mi vista del aparato y me encontré con un Valentino ya vestido listo para correr, se puso a beber agua y a hablar con los mecánicos.

Lo conozco desde que uso prácticamente pañales, siempre que podía viajaba con ellos para poder pasar tiempo con mi papá, y como no de paso, poder observar a Rossi. Manteníamos algo así como una relación de amigos con derecho, cada vez que llegabamos al hotel terminábamos teniendo sexo

Miraba todos sus movimientos, pasaba su mano libre por sus rulos, levantaba la mano con la que sostenía la botella y la acercaba a su boca para beber de ella, movía sus piernas en el sitio donde se encontraba parado.

Toda una obra de arte.

••••••

Acomodé mi ropa luego de orinar escuchando los gritos de frustración detrás de la puerta del baño. Escuché como esta última se abría y se volvía a cerrar, el retumbe de las pisadas de Valentino se hizo presente en la habitación. Eso y sus insultos.

Abrí la puerta del cubículo encontrándome con Valentino apoyado de brazos sobre el lavabo y su cabeza escondida entre ellos. Mi problema en este momento era que yo debía lavarme las manos en la canilla donde el se encontraba reposando, y no pensaba salir sin lavarme las manos.

Por lo visto hice algún ruido que provocó que tuviese que levantar su cabeza manteniendo la pose mirándome a través del espejo de enfrente.

- Ehh, quería lavarme las manos- susurré con un tono un poco alto.
El no habló, solamente se apoyó en la pared junto a él, me miraba en silencio y con cara como si quisiera matarme. Terminé de lavar mis manos y tomé papel para secarme dispuesta a salir de allí, pero su voz no me lo permitió.

- No te vayas, por favor- me quedé parada en mi lugar viéndolo tirar de su pelo con frustración volviendo a su pose del inicio, me acerque los pocos pasos que me había alejado y acaricié su brazo, comenzó a quitar su traje mostrando la ropa que llevaba abajo de éste. Se apoyó de espaldas sobre el lavabo mirándome a los ojos, me tomó de la mano y me apegó a él. Tomó ahora mi cuello y me acercó hasta su rostro besándome, al principio no lo seguí debido a la sorpresa, pero después de unos segundos comencé a mover mis labios siguiéndolo al compás.
Se separó de mi luego de un rato y cerró sus ojos aún sosteniendo mi cuello con sus grandes manos.

- No aguantaba más- habló mirándome provocando mi sonrisa.
No respondí a eso, solo lo volví a besar lo cual gustoso aceptó.

-¿Mal día?- pregunté debido a la reacción que tuvo al entrar al baño.

- Si, quedé quinto-.

- No te frustres, mañana corres y ganas- pasé mis brazos por su cuello.

- Espero ganar, me pone de mal humor perder por una estupidez- mordió su labio inferior con frustración, pasé mis dedos por ellos seguido de un leve pico.

- Yo sé cómo sacarte esa frustración y hacer que te relajes- hablé con voz provocativa dando golpecitos con mi dedo índice sobre su pecho, me tomó de la cintura y me sentó sobre el lavabo parándose entre mis piernas. Pasó sus manos por mi cadera y comenzó a besar con desesperación.

Y así fue como se le quitó la frustración de ese momento, terminamos desnudos en el baño del circuito teniendo sexo para hacer que se olvide de sus problemas.