•ONE SHOT•|| VALENTINO ROSSI ||

•Director•

Caminaba por los pasillos del colegio con toda la calma del mundo, aunque por dentro moría de los nervios que cargaba.
Cuando llegué hasta la oficina del director acomodé mi uniforme y  después golpeé la puerta con mis nudillos. Unos segundos después la voz de la persona al otro lado de la puerta se escuchó permitiendo mi acceso.

- ¡Que sorpresa verte por acá!- habló con un gracioso tono sarcástico, tenía sus manos cruzadas por sobre su escritorio mirando a mi lugar.

- Pensé que me extrañabas, por eso decidí venir- sonreí apoyada en la puerta con una postura de nena buena. El negó con la cabeza mientras se mordía el labio, caminé hasta el sofá frente a su escritorio sostenieldole la mirada, me senté y dejé mis piernas juntas con mis manos sobre ella.

- ¿ Qué se supone que hiciste ahora?- tomé de la cintura de mi falda el papel con la amonestación que debía entregarle a Valentino una vez llegue a su oficina. Tomó el papel y lo dejó entre sus dedos aún mirándome-¿ tan malo es como para que lo tenga que averiguar por mi propia cuenta?-.

- No hice nada malo, es la profesora que me odia y se queja de todo lo que hago- crucé mis piernas como indio y apoyé mi cuerpo en el respaldar.
Abrió el papelito que estaba doblado y lo leyó atentamente.

- Según el papel dice que tenés un comportamiento no adecuado para la institución al igual que el uniforme- hizo una pausa y luego siguió- ¿Es así, Wanda?- levantó una ceja.

- No dije nada malo, solo dije que los temas que daba en biología eran poco interesantes, que debería dar las clases sobre temas más importantes- se recostó en su sillón de escritorio.

- ¿Temas como cuales?-.

- Educación sexual, nutrición, primeros auxilios- enumeré.

- Está bien, ya sabes que si se quiere saber información sobre un tema tenés que decirlo al centro de estudiantes para que se arme el proyecto-.

- Lo sé, pero ella no quiere dar las clases a menos que sean con sus temas-.

- Voy a hablar con ella, pero no creo que te haya mandado a dirección solo por expresarte, ¿Qué hiciste para que te mande acá Wandi?-.

- Ya te conté, le dije eso que te comenté recién- cuando estaba con el mi vocabulario era de lo más formal, nunca supe por qué.

- Decime la verdad- me miró de forma severa. Me quedé en silencio durante un par de minutos debatiendo si decirle o esperar a que le pregunte a la profesora, pero concluí que si se lo decía yo no sería tan malo el castigo.

- Le dije que su clase es una basura y que es una profesora de mierda- no habló, solo se dispuso a mirarme con la boca abierta y sus ojos más grande de lo normal. Para aligerar lo que sea que esté pensando formé una sonrisita inocente.

Se puso de pié y caminó hasta el sofá a mi costado, se sentó y apoyó sus brazos en el apoyabrazo izquierdo de mi asiento, me miró fijamente a lo que le sostuve la mirada pero ya me sentía avergonzada, cuanto más siga mirándome mas defectos me va a encontrar.
Quité la mirada de sus ojos y la llevé a mis pies siendo estos los mas entretenidos del mundo. Comencé a sentir su mano acariciar mi mejilla pero en ningún momento levanté la mirada.

- Mirame Wanda- negué con la cabeza- mirame-.

- No- susurré.

- Wandi- dió un pequeño golpecito con su dedo en mi mentón, giré mi cabeza y lo miré.

- ¿Qué?-.

- No podes tener ese tipo de comportamiento corazón-.

- Perdón- no me gustaba cuando me retaban, no él.