6 Rompecorazones

78 47 147
                                    

๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡๑♡

El domingo por la mañana estoy sentada en un banco de madera en la mini cocinita de la habitación, con los codos apoyados en la barra, tomándome un café mientras miro notificaciones en mi celular.

—Me encantaría ser ese café que estás tomando —volteo con aire distraído y me encuentro de frente a Kian, sin camisa.

«¡Sin camisa! ¡Dios, que no tiene vergüenza este chico!».

—¿Disculpa? —le digo desviando rápidamente mi mirada de la suya, al instante siento enrojecer mis mejillas.

«De pronto hace calor aquí. Caray, necesito un ventilador con urgencia o acabaré por quemarme».

—Sí, así sería yo quien disfrutaría de esa dulce boca tuya, nena —añade guiñándome un ojo, y después sonríe recargando sus musculosos brazos sobre la barra.

«Fue tan malditamente dulce verlo sonreír así».

Vaya, ahora soy yo la que no tiene vergüenza, o mi subconsciente es el que no tiene vergüenza alguna. ¿Cómo puede permitir que piense cosas como esa?

-—Tienes novia Kian, no deberías decir eso, aunque lo digas para molestarme, ¡No está bien!

—¿Y qué más da? Yo estoy más allá de lo bueno y lo malo, ¿lo sabías? Además, si tuvieras novio me importaría poco besarte y romper tu relación con él. Nadie merece estar contigo, ¿Por qué no te das cuenta, nena?

—¡Deja de decir esa palabra! Se escucha rara al oírla de tu boca.

Sacudo la cabeza para sacar todos los pensamientos perversos de mi cabeza, esos que me dicen lo sexy que se ve Kian sin camiseta y lo atrevido que me resulta escucharle decir palabras como nena.

—Admítelo Eid, te encanta que te llame así, de hecho, registraré ya mismo tu nombre con esa “palabrita” —hace comillas con los dedos y saca el celular del bolsillo de su pantalón. Afortunadamente trae puesto uno, ¿no?

«¡Maldición! Lado razonable, ¿dónde estás cuando más te necesito? Ven a salvarme y sácame de aquí antes de que diga algo más estúpido».

—Te dije que borraras mi número de tu celular, ¿para qué lo quieres?

—Ya lo cambié —me informa con entusiasmo, ignorándome por completo.

—Te atreves a dejarlo así y yo cambio tu nombre por una palabrota, ¡Lo juro! —le advierto dirigiéndole una mirada amenazante.

—¿Así que la niña buena ahora es peligrosa? Joder, que miedo —dicho eso se recarga sobre la barra y se inclina hacia mí, quedando a escasos centímetros de mi rostro.

—Cuando me provocan sí soy peligrosa, y no digas groserías en voz alta, se escucha mal —le digo entre dientes con advertencia y enseguida le doy un sorbo a mi café para evitar bajar la mirada a su abdomen de ensueño y a sus brazos tatuados en tinta negra.

🖤Locura Helada De Amor🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora