3 Mala suerte

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Al llegar a casa de mis padres, bajo del auto y sigo el camino de piedras que va dirigido hacia la entrada de la casa, cuando abro la puerta blanca lo primero que veo es la espaciosa área del living y a mi precioso gato Espuma caminando con sus diminutas patitas en mi dirección. Espuma es un gatito angora que me obsequió Lauren hace un par de años, y desde entonces se convirtió en la mejor mascota de la galaxia. Su pelaje es blanco, tan suave y esponjoso que le hace parecer un peluche de algodón, su diminuta nariz rosada le da un toque aún más adorable, y sus ojitos son azules al igual que su pequeña placa, que tiene escrito su nombre en cursiva.

Espuma maúlla y pone sus patitas sobre mis tenis. Me agacho y le acaricio la cabeza con delicadeza.

—Hola hermoso, ¿qué tal te ha ido por aquí? —vuelve a maullar y se deja caer en la alfombra, yo sigo acariciando su cabecita durante los siguientes minutos.

Escucho pasos detrás de mí, cada vez más cerca, no necesito ser adivina para darme cuenta que es mi mamá quien se detiene a mi lado.

—Eider, te exijo que lleves a ese gato peludo a cualquier otro lado, no lo quiero aquí, no lo soporto más, se atraviesa por todos lados, deja bolas de pelo en los sillones y en las alfombras que trajo tu padre de Noruega, además, me gruñe cada que le grito, es tan fastidioso, no sé cómo lo puedes querer, ¡es intolerante!

—Yo también me alegro de verte mamá —le digo irónicamente, visto que no se ha tomado la molestia de saludarme antes de iniciar su discurso de reclamos—. Espuma es el mejor gato del mundo y no pienso regalarlo, ¿qué quieres que haga con él?

—Llevarlo contigo a tu residencia, por ejemplo, si quieres hablo con los supervisores para que te autoricen tenerlo, pero en serio hija, llévatelo.

—Ok, lo haré, aunque no creo que me dejen llevarlo a una residencia estudiantil.

—Así será, no lo dudes, de eso me encargo yo —mamá tiene muchas influencias en la universidad, realmente no dudo que convenza a los directivos. Ella suspira aliviada y cambia de tema preguntando lo que suele preguntarme cada fin de semana—. ¿Todo va bien en el colegio?

—Mmmh, sí, no ha ocurrido nada del otro mundo, he estudiado mucho y he pasado tiempo con mis amigas, aunque estos días han estado ocupadas, ya que está semana volvieron a conseguir pareja —confieso con naturalidad resumiendo los últimos días con esas palabras. Mamá me mira fijamente mientras yo acaricio a mi pequeña mascota aún hincada en el suelo.

—Deberías aprender de ellas cielo, podrías salir con un chico de tu clase o con Leonardo, él es elegante, educado, amable y responsable.

—Mantenido por sus padres —añado a su impecable descripción y ella me mira con expresión molesta—. Madre, no creo que quieras que me relacione con los novios de mis amigas, ya sabes, son chicos desastrosos, con tatuajes, de esos que usan ropa oscura y se meten en líos constantemente. Son súper distintos a nuestro mundo —le explico, cambiando de tema. Mi madre me mira horrorizada, como si el tan solo escucharlo le resultará repugnante.

🖤Locura Helada De Amor🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora