¿Será posible que dos personas tan incompatibles puedan tener algo en común? ¿Te podrás enamorar de alguien completamente opuesto a ti? Averígualo por ti mismo.
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Él y yo somos dos jóvenes totalmente opuestos, de hec...
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KIAN
Algunos días después de mi cumpleaños estoy con Jared en mi habitación jugando en la consola de videojuegos. Mis pensamientos están enfocados en Eider, no puedo sacarla de mi mente, desde hace días me es imposible dejar de pensar un solo minuto en ella y eso me está volviendo loco.
—¿Qué tramas ahora, Kian? —me pregunta Jared de la nada atacando a mi personaje con una bola de fuego.
—¿De qué hablas? —le respondo con otra pregunta, presionando un par de veces la tecla X del control remoto para colocar mi escudo.
—Sabes de lo que hablo, nunca duras más de dos semanas con una chica y ahora estás pegado a Lu como un chicle, ¿apoco te gusta tanto?
Alzo los hombros, restándole importancia a lo que ha dicho.
—No es por ella, la inicial E ocupa parte del papel de mis pensamientos.
—Me dices que no dejas a Lu porque te interesa más bien... —se lo piensa por varios segundos y después dice en voz alta—. ¿Eid? ¿Te estás enamorando de Eider? —menciona absolutamente sorprendido deteniendo su ataque en el videojuego—. digo... es guapa y aunque no es tu tipo de chica para mí tampoco está mal, su cabello es largo, sus ojos no son azules, pero son aún más llamativos al ser de color café, a decir verdad, es muy linda, tiene un aspecto adorable. Carajo, si esa chica altera algo en ti debe ser porque realmente te atravesó la flecha de cupido, man.
Me distraigo por lo que Jared dice, pierdo la concentración de lo que estoy haciendo en el videojuego, y Jared gana la partida apuntándome con su rayo láser. Demonios, he sido derrotado.
—Tranquilo Kian, no se lo diré a Jake —me promete en un tono bastante despreocupado.
—¿Jake? —frunzo el ceño al escuchar el nombre de mi mejor amigo.
—Sí, a Jake le gusta, la quiere para él, eso es obvio.
Aprieto los labios y hecho la cabeza hacia atrás mirando fijamente el techo de la habitación.
—Pues que ni se le ocurra acercarse a ella o lo pasará muy mal.
Jared abre los ojos de par en par, sorprendido al escuchar mi desagradable amenaza.
—Vaya que la quieres, bro. Estás jodido.
—No es eso, solamente me intriga algo en ella, no sé qué mierda me pasa últimamente, pero no estoy enamorándome de ella, lo que sea que siento... no es amor.
Jared suelta una carcajada burlona y me golpea la cabeza con su control remoto antes de decir:
