Golpes

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Empecé a balancearme sobre las puntas de mis pies y luego sobre mis talones. Esperaba a Pluem, habíamos quedado de vernos afuera de una heladería a unas calles del centro comercial.

Hace un rato hable con Ohm, para reclamarle y que si cambiaba de opinión estaríamos en esta heladería.

—¡Ya llegue¡—Me sobresalte al escuchar un gritito en mi oído. Me hice hacia adelante y llevé mi vista hacia un lado confundido. Sonreí al ver que el loco que había gritado había sido Pluem.

—Y yo me voy, porque hay un loco que quiere dejarme sordo—Le hice una mueca.

—Como si fueras capas—Cambie mi mueca por una mirada retadora—Es broma, es broma. Perdón por la tardanza, pero ya sabes, tengo que ayudar a mi padre con lo que me pide—

—No te disculpes. No llevaba mucho tiempo aquí—Lleve mi vista a la entrada de la heladería.

—Vamos...Entremos, hay muchas cosas que necesitas contarme—Agarro mi mano y me jalo hacia el interior del establecimiento—Aunque no quieras debes contarme que paso con Nanon. La ultima vez que estuve con ustedes estabas dispuesto a vender tu alma al Diablo por su amor y ahora parece que tu venderías tu alma porque te dejé en paz—Aprete la mandíbula. Siempre he confiado en Pluem, pero no se como hablar de esto, todavía duele recordar las palabras de Nanon.

—Si me traes un helado puede que te cuente—El lugar estaba casi vacío, a excepción de unos papas con su bebe. Pluem escogió la primera mesa que vio. Soltó mi mano he hizo la silla para atrás para que pudiera sentarme. Al ver ese gesto le agradecí y me senté.

—Iré por los helados, no tardo—Asentí. Lleve mi vista por todo el lugar; las paredes de un color azul pastel, junto a algunas maripositas. Bastante agradable a la vista, por lo menos para mí. Cambié mi vista hacia la familia. Los tres reían alegremente mientras comían helado. Suspire con tristeza, sería algo que nunca podría hacer, no en esta vida.

¿Cómo seria adoptar a un bebe? Si la vida me quisiera y le gustara a Nanon sería bueno adoptar un bebe junto a él algún día. Se que seria un buen padre, independientemente de todo el es bueno, cariñoso y protectivo.

—¿Chi? ¿Estas bien? —Lleve mi vista lentamente hacia el dueño de la voz. Pluem al darse cuenta de que ya tenia mi atención me estiro un cono con una bola de helado. Recibí este y le agradecí—¿Todo bien? —Pregunto sentándose enfrente de mí.

—Si, solo estaba viendo el lugar—

—Bien—Mire como le dio una lamida a su helado—Bueno, ahora tenemos mucho tiempo, quiero escuchar que pasa entre Nanon y tu—Me quede callado unos momentos antes de contarle todo. Obviamente empecé desde el día que había escuchado como hablaba de mí. Le conté lo que paso por mi mente y mis sentimientos, lo que mis amigos y Nanon me dijeron, cada detalle que pasaba por mi mente se lo decía.

Estaba bastante agradecido de que me escuchara y se mantuviera en silencio mientras hablaba. Había hablado con mis amigos, pero había algo en Pluem que me hacia sentir mejor mientras soltaba todo.

—Y así es como llegamos al día de ayer—Me rasque la nuca recordando.

Los suaves labios de Nanon.

Lo bien que se había sentido cuando nuestros labios se juntaron.

Como mi corazón palpito y mi estomago sintió mariposas.

—¿Ayer? —Pregunto mirándome fijamente.

—Si...Justo después de que te fueras el me...—Baje la voz—El me beso—

My Turn NaMonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora