My Turn NaMon

Felicidad

Abrí mis ojos lentamente. Alce mi cabeza, notando que estaba acomodado en el pecho de Nanon. Lo mire confundido. Procese la información, hasta que reaccione.

¡Santo JigglyPuff! ¿No era un sueño?

Levante mi mano y toque su cara lentamente, para asegurarme que fuera real.

Se siente bastante real.

Sonreí viendo a Nanon dormido. Pase mi mirada por toda su cara; por sus pestañas, sus mejillas y sus labios.

—¿Nanon? —Pregunte en un susurro. Al no escuchar respuesta acerque mi cara a la suya, llevando mis labios a los suyos. Estaba a unos centímetros de tocar sus labios, pero abrió los ojos.

—Buenas, precioso—Mordí mi labio inferior, su voz estaba ronca y santísimo Pikachu, esa voz puede matar a cualquiera—¿Qué tratabas de hacer? —Sali de mi burbuja de excitación al escuchar sus palabras.

—¿Yo? N-Nada—Dije nerviosamente. Tuve intenciones de hacerme hacia atrás, pero Nanon puso su mano en la parte trasera de mi cabeza, impidiéndome moverme.

—¿A dónde? —Lo mire fijamente a los ojos. Tenían cierto brillo que nunca había visto—¿Puedo besarte? —Iba a asentir, pero volvió a hablar—Voy a besarte—Alzo la cabeza y empujo la mía un poco más hacia él. Rozo sus labios con los míos, acción que provoco que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo. No puede ser que un simple roce mueva todo mi cuerpo. Entreabrí mis labios esperando a que los juntara completamente. Sonrió pícaramente y estampo sus labios contra los míos, en un beso suave y lento, que derritió mi corazón.

Tuvimos los labios juntos hasta que la falta de aire se hizo presente. Aunque aún así Nanon parecía no querer soltar mis labios. Se separo de mi mordiendo levemente mi labio inferior, yo solté un pequeño jadeo.

—Me encantas—Dijo. Cambio sus manos a mi cintura y me empujó hacia él, abrazándome de una manera fuerte, pero sin lastimarme. Me acomode nuevamente en su pecho.

—Nanon—Escuche como soltó un "Mmm" indicándome que prosiguiera—¿No estábamos sentados en la orilla de la cama? Bueno, tu, yo estaba en tu pierna—Soltó una pequeña risita.

—Estábamos, pero un pequeño se quedo dormido. Parecías muy cómodo, así que me acosté y también me quedé dormido—Moví un poco mi cabeza en forma de asentimiento—¿Estas bien? —

—Si, estoy bien, muy bien—Sonreí. Me sentía feliz, mas feliz de lo que nunca me había sentido. Nanon levanto su mano y alzo su dedo meñique, mire su mano confundido.

—Te prometo que jamás voy a volver a lastimarte. Siempre te voy a poner a ti y a tu corazón primero. Eres y serás la persona mas importante para mí, en esta vida y en las muchas siguientes—Movió su dedito—Pasemos lo que pasemos quiero estar a tu lado y que tu estés en el mío, apoyándonos y queriéndonos. Cuidando del otro—

—A ti te gusta hacerme llorar, ¿verdad? —Con su mano libre alzo un poco mi cabeza para que lo viera.

—De ahora en adelante solo te hare llorar de felicidad, ya no más de tristeza, te lo prometo y también prometo hacerte muy feliz como tú me has hecho feliz todo el tiempo—Pestañe varias veces ahuyentando las lágrimas que querían salir de mis ojos. Levante mi mano y enganche mi dedo meñique en el suyo.

—Yo prometo segur haciéndote feliz—Lo mire con mucha felicidad—Ahora es una promesa no puedes romperla— El asintió con la cabeza.

(...)

—¿Puedo quedarme? —Negue con la cabeza—Por favor...Hemos hecho pijamadas muchas veces—Hizo ojitos de perrito regañado.

—Tendríamos que preguntarle a mi mama—Nanon se aferró más a mí. Estábamos en el centro de mi habitación. El contrario llevaba rato tratando de convencerme de quedarse conmigo.