Jungkook era el hombrecito más amable y considerado que existe en el planeta tierra, su madre es su adoración y haría todo para ayudarla a cumplir sus sueños.
Su concepto del amor es muy limitado a la familia, nunca ha pensado en enamorarse de una c...
—¿Y qué si no te atendió tu chica hoy?— Bam dio otra de sus palmaditas a mi espalda, comenzaba a arderme el lugar de tanto golpe— Tal vez hoy era su día libre, mañana regresamos y compras tu jugo.
No les había querido comentar aún sobre que la chica que me atiende en la cafetería siempre, había asistido al estudio para que yo la tatuara, por ende, conozco su nombre completo y lo que conversamos me dio a entender que en efecto es el prototipo de mujer que estaría dispuesto a frecuentar en mi vida.
Es linda, de voz suave, amable. Es el jodido sol con piernas.
Luego estoy yo, no puedo no actuar como un tonto, soy torpe por culpa de los malditos nervios y aunque me esfuerce, no puedo cambiar eso.
Nunca tendré novia, moriré solo sin alguien que me proporcione mimos como noona a hyung cada vez que se ponen románticos y llego yo a dañarles el momento. Me gusta que me den atención.
Diablos, de verdad quiero a alguien.
Me despido de los chicos y trato de acelerar el paso lo más que puedo, debo ser puntual si quiero encontrar meseros que empiecen lo más pronto posible, también debo ir con hyung a buscar material. Tengo mucho que hacer.
Los domados y Jungkook
Seokjin hyung Pregunta Kaet que si alguno de ustedes desea cuidar de Artemisa por unos días.
Y por alguno de ustedes, obviamente me refiero a Jungkook.
Jungkook Mm, creo que si puedo
Yoongi hyung Entonces trae el culo a casa porque ya está aquí, el bastardo solo estaba siendo cordial al preguntar.
Nada raro en él, pero como justo ahora estoy ocupado, pues que la cuide hyung, yo no puedo. Creo que me animará un poco tener a la bestia peluda por unos días, no lo sé, últimamente no me encuentro en mi mejor estado de ánimo, mis ganas de hacer las cosas o cumplir con mis responsabilidades se han casi que reducido a cero.
No quiero hacer nada, me siento agotado y no sé claramente la razón, según yo no hay ninguna, pero eso no es lógico.
Solo... quiero sentarme, tal vez estar solo un rato mirando al techo o aislarme por unos días en lo que pienso bien que es lo que me sucede y qué podría ayudarme a no sentirme así. Tan abandonado.
Quiero llorar, incluso, con solo pensar en que no me siento bien y que no sé cómo arreglarlo, me frustro, me molesto.
Me da tristeza.
Papá sacude su mano a lo lejos cuando me ve llegar, sonrío para él, para que no se preocupe por mi cara larga y me acerco, le doy un abrazo.
—Ah, mi muchacho.— ríe— Cada vez que vienes, estás más cubierto.
Observo el suéter que traigo puesto, es cuello alto y cubre mis tatuajes bastante bien.
—No puedo atender a los clientes con mis tatuajes a la vista, papá— le recuerdo, el bufa— no a todo el mundo le gustan.
—Tienen que gustarte a ti y a mi hijo nadie lo va a mirar mal por eso— me regaña, niego, sonriendo— que se vayan y no vuelvan si van a quejarse.
No me gustaría ser el causante de que los clientes recurrentes se reduzcan considerablemente, así que seguiré atendiendo las mesas de esta manera.
—¿Si han venido a...?
—Si, ambienté el cuarto vacío para que puedas atenderlos y decidir a quiénes contratar— oh, eso es bueno— dejé pasar a tres que considero son los mejores, si, estuve fizgoneando los currículos.
—Está bien, eso lo hace más fácil.
—Si se puede, ojalá queden los tres, porque este lugar se llena y ya sabes que sucede cuando estamos llenos.
Crisis. Si, lo sé.
—Bien, iré a ver que tal.
—Claro.— estoy yéndome, pero sus manos se agarran de mi brazo deteniendome, volteo a verlo— Jungkook, sabes que si algo te está sucediendo... puedes hablarlo conmigo.
Siento el nudo formarse en mi garganta, papá es así de especial y amoroso.
—Todo está bien, lo sé, no te preocupes.
—¿Seguro?— pregunta, corroborando— Soy todo oídos, cuando quieras. ¿Sabes algo? Deberíamos hablar con tu madre, cerrar el domingo e ir a hacer algo los tres, desestresarnos un poco de todo.
—¿Tú crees?
—¡Claro! Envié el auto al taller hace una semana y me lo entregan en unos días, vamos a Busan con tus abuelos, hacemos una barbacoa y de paso te enteras de todo lo que ha cambiado la ciudad, ya sabes que tu abuela es chismosa y no sé pierde ninguna noticia.
Me río, bien, esa es la pura verdad.
—Claro, vamos a Busan.
—Esa es la actitud, habla con Yoongi y dile que yo le ordeno que te dé tus días libres.
—Se lo haré saber, gracias papá.
Estar con mis padres me haría mucho bien, me hace feliz.
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