First Ink» JJK

7

—Ya llegué ¿Qué tal va todo?

Papá luce muy contento ahí de pie tras el mostrador mientras observa todo.

—Excelente, no me he tenido que mover de aquí para atender, me siento tan feliz. Creo que lloraré y todo.— tan exagerado, como siempre— Ah, tú chica está tomando pedido por allá al fondo.

—N-No es mi chica.

Me coloco el delantal y subo las mangas de mi camisa hasta encima de mis codos y comienzo a organizar los cubiertos, debo pasar a saludar a mamá.

—¿No? Yo creí que si— ese tono de voz— de hecho, hablé con ella unos minutos, es muy amable y definitivamente sabe como atender a las personas.

—Trabajaba en una cafetería.

—Si, dónde tú amor por el jugo nació.— dice en tono burlesco— Recógete el cabello, hijo.

Hago caso, acepto la liga que me ofrece y paso mis dedos entre las hebras de cabello que realmente está muy largo, lo cortaré luego, algunos mechones son más cortos que otros, así que me caen sobre la cara. Que fastidio.

Entro a la cocina, saludo a mamá y le ayudo otro rato con lo que me pide que haga, pues aún cuando obviamente tiene asistentes de cocina más capacitados que yo, a ella le gusta cuando hago algo tan simple como cortar tomates en trozos o pasarle alguna cosa que necesita en el momento.

Cierro los ojos un segundo, me sentí mareado por un segundo.

—Mamá.

—Dime, cielo.

Me da a probar algo, de tantas cosas que me pone a comer, ya no sé cuál es cuál, o su nombre, esas cosas.

—¿Es sopa?— asiente, frunce el ceño— Le falta sal.

Prueba ella misma, me observa.

—Cariño ¿estás enfermo?

—No, definitivamente le falta sal.

—Estás enfermo, mírate el rostro, Jungkook.— se seca las manos en el delantal y niega con la cabeza, molesta—Estás pálido, vamos con tú padre y que él llame a Harie.

—No estoy enfermo, estoy bien.

—Jungkook, no me hagas molestar, sabes muy bien que no puedo dejar que pesques un resfriado— jala de mi brazo y nos saca de la cocina, excelente, ahora está preocupada— cuando te enfermas es muy grave y sufres mucho.

Regresamos con papá, mamá me obliga a sentarme en un banquillo como si fuese un niño recién castigado, me quita el delantal y me ordena quedarme quieto, papá cuelga el teléfono y me observa.

—¿Por qué eres tan necio?— regaña— Harie ya viene para llevarte al médico.

—Es una gripa simple y pequeña que no me va a matar.

—Jungkook.— cierra los ojos— No vuelvas a decir eso y menos en voz alta que sólo lograrás alterarle los nervios a tú madre, no juegues con eso.

^o^

—Menos mal no es tan grave como para preocuparnos— Harie suspira, Yoongi a su lado también respira aliviado— nos vamos a casa, comerás algo para agarrar energías y a descansar.

—Les dije que no era nada malo.

—No estaba de más cerciorarnos, Jungkook, si bien no es grave aún así te mandaron medicamento y reposo.

—Hyung...

—Ya sé que dijiste que no es algo para morirse, pero no puedes culparnos por preocuparnos por ti— sigue regañándome camino al auto— recuerda lo qué pasó la última vez que te resfriaste, fue una mierda y nos tenías a tus padres y a nosotros casi llorando de la jodida angustia.— Harie conduce esta vez— Y no ha sido la única vez en la que te has enfermado gravemente, así que por lo que más quieras, no seas necio, te estás sobre exigiendo y no es necesario que lo hagas.

—Estos días han sido muy atareados para ti, Jungkookie— observo a Harie a través del espejo retrovisor— estás trabajando de más, vas del estudio al restaurante y viceversa, tómate un respiro ahora que puedes.

—Contrataron personal en el lugar, así que ahora es una preocupación menos— me señala— estoy hablándote bien, Jeon Jungkook, hazme caso una mísera vez en tu vida y no me estés hinchando las pelotas porque pierdo la paciencia y de una patada te mando a dormir los próximos tres días.

—Ya, ya, si entendí.

—Más te vale.— respira— Bien, ahora ¿a dónde quieres ir a comer? Yo invito.

Ahora si habla bonito y suavemente.