Jungkook era el hombrecito más amable y considerado que existe en el planeta tierra, su madre es su adoración y haría todo para ayudarla a cumplir sus sueños.
Su concepto del amor es muy limitado a la familia, nunca ha pensado en enamorarse de una c...
You're so sexy, sexy, sexy I need your love I need no exitation
Me lleva la gran mierda que es este mundo.
—Ya, Kookie, anímate.
Nunca usamos la cocina, pero desde que noona aprendió a cocinar y le agarró gusto, a veces nos hace el desayuno mientras baila por todo el lugar, solo que hoy amaneció empeñada en molestarme y sacude como si fuese un trapo viejo.
Además, esa canción es horrible.
Feel me now and stop the conversation
—Noona.
—Nuestro Jungkookie está más musculoso, Yoongi—pincha mi abdomen con los dedos.
—Pues claro, si sale a correr a las seis de la mañana como si no tuviese que dormir o algo.—responde él, sin despegar la vista de su teléfono y bebiendo su café— Baja a abrir, tengo citas programadas para hoy.
Asiento, igual, tengo prohibido trabajar hasta nuevo aviso, lo que significa que estaré aburrido los siguientes días. Como odio estar enfermo.
—Voy- noona, basta.
—Ponte una camiseta, hace frío.
—Es verano, no hace frío en absoluto.
Me desprendo de las garras de Harie y salgo corriendo escaleras abajo, escapando, esa mujer no puede permanecer quieta, tiene que hacerme daño físico diario para ser feliz.
Comienzo la apertura, recojo las cortinas estas extrañas que son de plástico hacia arriba, abro la puerta para que entre un poco de aire y gruño escuchando como le suben volumen a la canción de mierda esa, sé que solo lo hace para sacarme de quicio.
Limpio el vidrio por encima, no hay mucho que hacer, esto se mantiene muy limpio. Mientras estoy limpiando el cristal de la puerta, me detengo de manera abrupta observando a través de el vidrio.
Reya sacude la mano, saludándome.
Abro la puerta de par en par, pasmado por su presencia aquí, entonces me observo y no traigo camiseta puesta, inútilmente intento cubrirme con los brazos.
—¡Hola!— saluda, me hago a un lado para que pueda pasar— Espero que no te moleste saber que le pregunté a tu padre por ti, antier te fuiste y no supe nada, así que me llené de suposiciones. El punto es que quería saber cómo estabas.
—E-Estoy bien—le aseguro— ¿Podrías darme un segundo?
—Claro, te espero aquí.
Tropiezo con mis propios pies mientras corro escaleras arriba, le grito a noona que quite esa porquería de canción y me coloco una camiseta a la velocidad de la puta luz.
Antes de bajar, señalo a ambos.
—Ninguno baje, si me avergüenzan, juro que voy a molestarme con ustedes un mes entero.
—Uh~ llegó tu noviecita.
—¿Novia? ¿Y tú con permiso de quién tienes novia?
—Con el permiso que me otorga tener más de veinte años- ¡no es mi novia!
Les ignoro y regreso con Reya, ella está apoyada en el mostrador, se endereza apenas me ve y sonríe. Me siento curado.
—Te decía, hablé con tu padre y me dijo que no irías a trabajar unos días— encoge los hombros— así que vine a ver como estabas, tengo que ir allí en una hora, pero saqué algo de tiempo para ti.
—Puedo llevarte al restaurante.
Niega con la cabeza y manos.
—Estás enfermo, los enfermos no salen de sus casas.
—Pero estoy mucho mejor, ya dormí mucho y siempre y cuando no trabaje, no hay problema.
—Mmm, no me convence.— vuelve a negar— Pero supongo que puedo invitarte a comer algo suave, pero no ahora, cuando termine mi turno, repito, solo quería verte.
Esa afirmación me tiene sonriendo como imbécil.
—Déjame llevarte al menos hasta la parada de autobús.
—Está bien, pero abrígate, hace frío.
Y ahí me tienen otra vez corriendo escaleras arriba, tomando mi abrigo, les digo al par romántico que ya pueden bajar y hacer de las suyas mientras regreso, tomo mis llaves, tomo la mano de Reya en un arranque de valentía y nos saco de ahí.
Quiero presentarla a Harie, pero será en otra ocasión, cuando me prepare mentalmente para ello porque noona está loca.
—¿Cómo estás disfrutando tus días libres?
—No los disfruto, sólo duermo, me levanto y me siento a comer, regreso a la cama o me voy a casa de algún amigo a hacer lo mismo, dormir y comer— ríe.
—Espero que estés dejando de lado tu gusto por la cerveza.
—Lo juro, no he bebido nada, tengo que cuidarme si quiero regresar a mi día a día ajetreado que tanto me gusta.— asiente— ¿Qué tal estás tú? ¿Cómo vas con tu semana de prueba?
—Bastante bien, estoy confiada y a gusto, tus padres son un amor— agudiza la voz al mencionar aquello último— cuando el día termina, nos dan de comer y tú madre tiene las manos mágicas, cocina delicioso.
Espero que en mi ausencia hable bien de mi o de lo contrario me sentiré muy decepcionado. Reya sigue hablándome sobre qué está muy a gusto, que sus compañeros también están contentos y de más, como que su hermano le pregunta por mi, haciéndome reír unos instantes con las ocurrencias de este.
—Allí viene mi autobús— entrecierra los ojos viendo a toda la gente que pretende subirse allí— No van a ganarme un asiento, correré.— se pone de puntillas, agarrada de mis hombros y se impulsa, siento sus labios chocar con mi nariz— Nos vemos en la tarde, cuídate mucho.
Y se va.
Y yo me morí.
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Estamos en modo Jungkook, así que pueden ir y leer Find The Fail 🐯
