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¿Si le pregunto si puedo tomarle la mano aceptaría o pensaría que soy un lanzado de mierda? Creo que la segunda, mejor no tiento a mi suerte.

Justo ahora estoy muy confundido, porque sé que debería estarle coqueteando o algo así para que note que mis intenciones son románticas, pero no sé cómo hacerlo, esta mierda no se me da bien y no dejo de pensar en que Yoongi lo único que me dijo fue que no imitara las técnicas de Seokjin porque esas locuras solo habían funcionado con Kaet ya que a ella le faltan, según dice, dos tornillos, una tuerca y sentido común.

No podría imitar sus técnicas pues hay muchas diferencias entre él y yo. Yo soy tímido con las chicas que me parecen atractivas, pero no lo soy en absoluto con mis amigas, básicamente porque ya están apartadas— como es el caso de Kaet, Mirai y Harie— o porque no son mi tipo, su personalidad no va de la mano con la mía o simplemente no se siente bien ir más allá de un momento juntos.

La cosa con Reya era que, físicamente me parecía preciosa, desde su flequillo hasta la punta de los dedos de sus pies, se me hacia muy atractiva, también su personalidad y la manera en la que se expresa han sido, hasta ahora, el factor potencia que me mantiene interesado y existe otra razón.

Pero esa es un secreto que planeo mantener hasta la tumba.

—Ok, ok—nos detenemos, me mira muy emocionada, hasta da saltitos— Estoy nerviosa, pero es que será asombroso.

Esto de conocer personas que les gusta mi trabajo es de mis partes favoritas de la vida, así que me quedo quieto como me ha pedido y me preparo mentalmente para presenciar cualquier tipo de reacción.

—Rey— toca el hombro de un chico, mantengo la cabeza agachada y dejo que jale de mi brazo, acercándome más—Quiero presentarte a alguien.

Supongo que ya puedo mostrar la cara, así que me quito el gorro y le estrecho la mano con firmeza.

—Jeon Jungkook, un placer-

—No...— murmura, se ha quedado en el limbo o algo así, aún sacude la unión de nuestras manos y creo que sus amigos están igual de sorprendidos— ¡No!

—Yo creo que si.

—No, hombre.— su mano libre va a mi hombro, sus ojos abiertos a tope me escanean con detalle— Jodida mierda, si eres tú.

—Soy yo.

—Escucha, escúchame— está muy en shock, es gracioso— Yo jodidamente te amo, de verdad, te amo.

Bueno, esto es mas lindo que aquella vez que un sujeto me besó. Eso estará en mi memoria por siempre.

—Te creo, tranquilo.

—Pero es que de verdad te amo.

Reya termina carcajeándose y se queja después.

—Ya, te da vergüenza ser su cliente pero no te da vergüenza decirle que lo amas a los gritos.

—Son cosas muy distintas, hermanita.— me suelta, pero vuelve a mirarme— Realmente te amo.

^o^

—¿Realmente no puedo tomar?

—Que no, que no ha pasado ni una semana.

Reya terminó apartándome del resto argumentando que yo era su invitado, no de ellos, cosa que me llenó el pecho de gozo y ahora estábamos sentados en una banca, ella quejándose porque no podía consumir alcohol y yo bebiendome una cerveza que su hermano me invitó, una de cinco, no las rechacé, obviamente.

—Eres malo. Tienes un lado malvado.

—No soy malo, simplemente no puedes, venga, te invito a un jugo.

—Está muy lejos, ahora vamos.

Toma mi mano, poniéndolas en un agarre con el que inicia una guerra de pulgares, es inquieta, le gusta jugar.

—¿Quieres hacerme preguntas?

—Si ¿cómo lo supiste?

—Intuición. Puedes empezar, pero yo también haré preguntas.

—Vale— atrapo su pulgar bajo el mio, he ganado, pero seguimos con otra ronda— ¿Desde que edad empezó tu gusto por los tatuajes y por qué?

—Los catorce, escapé del colegio un día y me fui a caminar por la calle contraria a dónde estaba mi casa, alguien había ocupado un local vacío y ese fue Yoongi hyung, mi jefe al que conociste.— asiente— Me quedé viéndole por media hora, estaba organizando el lugar y cuando me vió de metiche y curioso, me dejó entrar si lo ayudaba a limpiar, así que fui y mientras fingía barrer me quedé  husmeando una de sus carpetas con diseños, me preguntó si me gustaban, le dije que si y me enseñó los que en ese momento tenía en uno de sus brazos, creo que hablamos de eso casi toda la tarde. El punto es que me gustó mucho, tanto él como su trabajo, así que empecé a ir todos los días después de la escuela con permiso de mis padres y él me dejaba verlo trabajar.

—Eso es lindo— responde, vuelvo a ganarle— por eso dijo que técnicamente era como tú padre.

—Si, me crié la mitad de mi vida con él y con su novia, Harie. Aunque ella llegó unos años después, vivimos los tres juntos y podría decirse que me tratan como a su hijo.— suelta un sonido que indica ternura y sonrío ante eso— Mi turno ¿Estás en la universidad?

—No, estudiar no es lo mío y no hay algo que me apasione— se encoge de hombros— debes sentirte decepcionado, no soy realmente alguien brillante.

—Que estudies o no, no es lo que te hace una persona brillante. Y creo que está bien, mi hyung dice que no hay que tener un sueño o algo que te apasione para vivir bien.— me agradece con la mirada— Tu turno.

Se tarda en preguntar.

—Esta noche, este momento de los dos ¿Es una cita o una simple salida de casi amigos?


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First Ink» JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora