Cap. 21 "Mi teniente"

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Les dejo una pequeña nota por si no recuerdan los equipos de la misión cuando bajaron al laboratorio 🏃‍♀️
Jane: Simón, Lucas, Marcos y Gabriel.
Chris: Amanda, Jessica, Nicolás y Carl.

¿Ya vieron RE8 Village 🛐? Yo convencí a mi novio de jugar Resident Evil y ahora decidimos pasarnos el 6 juntos. A abrir heridas otra vez!😔

(...)

Juego con mis uñas sentada en el asiento de la camioneta. Como estábamos todos afuera, no podía quedarme sentada en mi habitación, así que abrí una de las puertas del vehículo y me senté en el lugar del copiloto, con la piernas hacia el exterior.
Clavo la de mi dedo pulgar en la de mi pulgar derecho con fuerza, hasta que me duele demasiado y termino sacandola de allí. Y vuelvo a hacer lo mismo hasta que otra vez duele, y así hasta que mis dedos se tornan un poco rojos.

Escucho los murmullos desde todos lados, la voz de Nicolás a punto y coma de explotar de estrés, la de Jessica, consumiendo la paciencia de Chris con preguntas realmente estupidas, como: "¿te duele el brazo si te pellizco?". La de Marcos intentando hacer que Gabriel dejara al cuerpo médico trabajar tranquilo y la de Carl susurrandose a si mismo que todo esto era una perdida inútil de tiempo. Que nos ibamos a morir... quizás no esté tan equivocado. ¿Quién sabe?

Sacudo la cabeza. Chris había llamado al equipo de extracción para que nos llevaran nuevamente al hotel luego de que terminara noqueando a Amanda de un golpe y llegue cargandola hasta donde estábamos Simón y yo. Debo admitir que cuando apareció de la nada, en la oscuridad de ese pasillo, me llevé el susto de mi vida y hasta llegué a apuntarle. De todos modos, tardé poco en relacionar que esa cara era la de Chris, esa cara seria y enojada, intentando entender que carajos estaba pasando y porqué una agente nos había traicionado. Era la misma mirada que tenía el director cuando regresé a la base después de ese accidente...

Cuando llegamos, pensamos en llamar a emergencias. Pero no podíamos meter a la BSAA en más líos, más aún sabiendo que tendríamos que pagarlo nosotros y yo estoy más que ajustada con el dinero, así que nuestro equipo médico ya se encargó de desinfectar y vendar cada herida de Simón, aunque el gritara de dolor con solo tocarle la piel. Por unos segundos me quedé a su lado, pero cuándo comenzó a llorar mi alma se partió y Chris tuvo que sacarme de ahí cargándome en su hombro. Luego de eso es cuando me pidió que le contara todo lo que Amanda me dijo y todo lo que sabía acerca de ella. Evité mencionar el accidente, pero de todos modos di pistas claras que todo seguía dando vueltas a ese asunto del cual odio hablar. Chris después de eso se comunicó con Central a contarle lo sucedido.

A la dueña del hotel le pagaron por no decir nada y mantener silencio frente a operaciones oficiales. O iría presa también, ya que también era norteamericana.

Y por otro lado, a Amanda la terminaron esposando y la dejaron sentada en el asfalto cerca de nosotros. Aun estaba inconsciente de todos modos. Llamarían a la base para llevarla a Estados Unidos otra vez y ver que sentencia se le daría por traición. Seguramente una más grave que la mía... oh bueno, a mi me juzgaron con los mismos ojos después de todo. Pero bueno, no por las mismas acciones.

—Hey, teniente —escucho a Gabriel y levanto la mirada hacia el. Parece inquieto, más de lo que parecía antes con ese cabello alborotado color castaño oscuro—. ¿Estás bien? No has dejado que te revisen... tu pierna está morada...

—Da igual, estoy bien —muevo la cabeza de manera exagerada y suspiro, Gabriel hace señas en el marco de la puerta, como preguntándome si podía quedarse conmigo sin ser una molestia. Claro que iba a dejarlo—. Si, Gabriel... que asco, en serio lo de Amanda... wow...

CONFÍA EN MÍ, CAPITÁN | Chris Redfield Donde viven las historias. Descúbrelo ahora