Cap. 24: "Una mirada al pasado"

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Holiss.
Les dejo los tremendos párrafos de aca abajo para que conozcan un poquito más Jane 🏃‍♀️💕

Por otro lado. Este capitulo es largo, y la razón es porque, aparte de historia, yo comienzo clases y estas últimas semanas tuve que dar matemáticas 🥺 aparte de que he tenido varios de los sintomas de Covid-19 por unos días. Pero de todos modos aquí está 💖

Jane:

Cuando era más pequeña, mi mamá solía cocinar pescado todos los jueves. Iba a la feria a comprar y luego los hacía fritos en casa, para el almuerzo. Porque decía que era muy pesado para la cena.

Mi mamá nunca me agradó como mamá, quiero decir, la veía como la mujer que estaba en casa y que me cuidaba, y la que estaba con mi papá si es que él no estaba trabajando todo el día en el hospital. No era muy simpática tampoco, no me trataba como su hija o no como creía que debía hacerlo basándome en las que alguna vez fueron mis amigas. Ellas iban con peinados a la escuela, trenzas, moños, y tal vez miles de miles de coletas o hebillas. Yo iba con el cabello suelto, mal cortado y con las puntas abiertas, porque mamá decía que haber trabajado en una peluquería a los 15, para conseguir un poco de dinero, le dejó una clase de experiencia. Ella no me quiso, o no me deseó tanto como el que iba a ser mi hermano, según mi papá. Había perdido el embarazo y fueron unos años fuertes para familia. Pero cuatro años después nací yo, y no fue muy buena noticia.

Mi papá, en cambio, estaba enamorado de la medicina, tanto que recuerdo que en navidad me habia obsequiado un kit de objetos medicos... ¿tiene un nombre en concreto? Ni idea, y si el me lo dijo ya me lo olvidé. Pero sé que venían una banditas rosadas las cuales terminaron pegadas al rededor de todos mis peluches. Él me enseñaba a tomar el pulso, los reflejos, los latidos y a revisar los ojos y la boca. Todo como si yo supiera de que carajos me estaba hablando, pero me salía mas rentable decirle que sí e imitarlo. Y no voy a quejarme, era maravilloso. Pero su trabajo como médico lo alejaba cada vez más de casa. Cuando estuvo el brote en Raccoon City, alrededor de mis cuatro años, claramente mi papá estuvo comprometido, ya que aunque viviamos a unas horas de allí, su hospital quedaba en esa ciudad.

La cuarentena se hizo larga pero papá regresó a casa bien. De hecho, más bien que nunca. Pareció entender lo que me llevo años entender a mi; el valor de que tus familiares no estén contagiados.

Lastimosamente, a los ocho mis padres tuvieron que hacer un viaje, supuestamente iban a ver una casa en las afueras de la ciudad. En las grandes ciudades de EEUU, donde él estudió medicina y donde pensó que yo también lo haría. La carretera y las montañas nunca son buena combinación, ni eso, ni la niebla y la tormenta. O al menos asi me lo explicó mi abuela cuando se enteró de que mis padres habían fallecido en un accidente. Tampoco fue que se hiciera mucho cargo de mí, solo me daba un techo, después de todo, ella no entendía mucho porque me llevaba asi con su hija (mi mamá) y aún creía que lo que había pasado con mi hermano estaba cubierto por algo. No la culpo, tenía setenta y cinco años y el que era mi abuelo murió hace unos diez años, de neumonía, lo único que le quedaba era esa casa enorme en aquel barrio privado y su nieta, porque mi mamá era hija unica.

Lloré, por años, pero ¿de qué me iba a servir? Me guardaba esa bronca de saber que jamás volvería a verlos, y la metí en la academia. "Te vas a morir como tus padres" ajá, eso es lo que gritó mi abuela ya casi en los noventa, cuando me vio armando las valijas para irme.

Y llegué, y ahi es cuando destaqué, mi promedio fue excelente. Tanto que me enviaron a la central, en Europa, unas semanas después de haberme graduado. Escuchaba mi nombre en todos los demás cadetes; "¿Esa es la supuesta Williams?", "dicen que vivía cerca de Raccoon, me da mala espina", "¿una mujer?". Y más comentarios estupidos y sexistas sobre mí. Pero mientras ellos repetían mi nombre sin cesar, la BSAA y los medios repetían el de Chris. Que logró no se qué, que tuvo reconocimiento por tal cosa, que hizo eso y que hizo aquello. Pero en Europa, se escuchaba hablar más de la DSO y del grandísimo Leon Kennedy que de Redfield, así que no estaba muy al tanto del tema. Y tampoco me llamaba la atención.

CONFÍA EN MÍ, CAPITÁN | Chris Redfield Donde viven las historias. Descúbrelo ahora