Debo confesar que esta historia fue planeada para ser un especial de San Valentín de 4 capítulos que iba a ser publicado en febrero de este año, pero por una cosa y otra ya no fue posible hasta que quedó un poco olvidada. Sin embargo en Octubre me di cuenta de que era hora de ir pensando en la historia navideña. Así que me dije: ¿por qué no modificar esto y volverlo algo navideño? Fue así como surgió esta ridícula y cursi historia que podrán encontrar disponible este 24 de diciembre.
Bueno, aquí les dejo la sinopsis, espero que logre tentarlos 😉.
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Eros Valentine es Cupido. Y no, no se trata de él creyéndose un casanova. Él realmente es Cupido, excepto porque no era como todos lo imaginaban. No era un rubio de ojos azules con aspecto de ángel. Aunque probablemente si que era capaz de despertar las más calientes fantasías de cualquiera. No era un bebé...y la verdad no tenía la más remota idea de a quien se le ocurrió visualizar a Cupido como un querubín. Que sí, que la historia, la antigua Grecia y los romanos, pff, pero no, no era un jodido bebé; y por el amor del universo, no usaba un pañal.
En cambio Eros Valentine era un hombre alto, cabello negro y unos ojos de un verde suave que harían suspirar a cualquiera. Pero quizá lo más importante, Eros era un hombre arrogante, porque no puedes ser el encargado de procurar el amor entre los humanos y no ser un poquito arrogante al respecto. Nadie que fuera remotamente humilde lograba grandes cosas en la vida. Era la verdad aunque muchos no estuvieran de acuerdo. Al menos eso pensaba él.
Eros creía que su celebración era la mejor festividad de todo el año, porque San Valentín era algo condenadamente trascendental. La Navidad se quedaba corta a su lado y que se jodiera Santa Claus.
En fin, Eros era genial lo vieras por donde lo vieras, excepto que a pesar de ser el encargado de repartir amor por todo el mundo, él no lo tenía. El por qué, era sencillo: Cupido no podía enamorarse. Al menos nunca había sucedido, ninguno de los Cupidos antes que él tuvo amor, por lo tanto era fácil asumir que aquello se trataba de una especie de regla implícita cuando aceptabas el cargo. Podías dar amor, más no tenerlo. Y eso estaba bien. Al menos eso pensó hasta que Matthew Lowell se cruzó en su camino y su perfecto y ordenado mundo se transformó de una manera tan sutil que fue difícil de notar .
Ah pero todo empezó gracias a Nicholas Christmas y su manía de meterse donde no lo llamaban.
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Matthew Lowell era un asesor financiero de treinta y dos años que tenía un trabajo cuantioso y rentable que le permitía vivir cómodamente en Nueva York. Cualquiera pensaría que era inmensamente feliz por eso, sin embargo estarían equivocados. Matt no era feliz y quizá nunca lo había sido.
Toda si vida, al menos desde que tenía memoria, Matt fue invisible para el resto del mundo. Ya sabes, era el tipo de persona a la que ves un día, te agrada, pero en cuestión de horas se había borrado de tu mente. Quizá se debía a su personalidad tímida, quizá era porque no le gustaba llamar la atención o tal vez era solo que estaba destinado a no ser nada para nadie.
Su suerte en el amor no era mejor. Los chicos lo encontraban guapo más nunca se quedan el tiempo suficiente, nunca parecían encajar del todo y Matt estaba empezando a creer que su destino era morir solo.
Pero si había algo en su vida que era más deprimente que todo lo demás, era la mala relación con su familia. Siempre creyó que eso de que los hermanos del medio son invisibles era una broma de mal gusto, pero con treinta y dos años ya era capaz de aceptar que quizá era más cierto de lo que pensaba. Y es precisamente en una cena familiar que Matt decide que ya no puede más con la indiferencia.
Su gran acto de rebelión consiste en sentarse en una banca y beber hasta el olvido sin saber que aquella decisión lo llevaría a conocer el hombre más increible de todo el basto mundo. Uno que no solo se ganará su corazón, sino también le ayudara a buscar un nuevo enfoque en su vida.
Sin embargo pronto Matt empieza a creer que Eros Valentine nunca podrá corresponderle porque... ¿qué haría un hombre tan increible con alguien tan común como él?
Pero entonces todos estos encuentros esporádicos y no planeados a lo largo de varios meses cambiaran las cosas para ambos hasta llevarlos a cierto día en donde las historias de amor se vuelven más posibles de lo que Eros alguna vez imaginó.
Dos hombres que anhelan el amor, dos corazones solitarios destinados a encontrarse.
¿Qué más se puede pedir en navidad?
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El Turno de Cupido
RomanceHISTORIA CORTA Si el año anterior leíste "Querido Santa", quizá quieras disfrutar de una nueva historia navideña en donde lo inesperado, el amor y la cursilería son los principales protagonistas, así como dos hombres encontrando el amor en donde men...