Mientras probaba su comida, un corte de ternera con salsa de arándanos y ensalada, Matt seguía tratando de ponerse al día con lo que estaba pasando. En su mente aun no lograba comprender como fue que pasó de cenar con el primo de su amiga y editora, a terminar compartiendo la mesa con Eros Valentine. Su corazón no había dejado de latir desbocado y sus manos temblaban levemente. Era un poco loco que siendo un hombre adulto estuviera sintiéndose como un adolescente frente a la persona que le gustaba.
Y sabía que quizá era por el tiempo que llevaba sin verlo, pero Eros lucía aun más guapo que antes. Su cabello oscuro estaba más largo y Matt no podía dejar de preguntarse como se sentiría deslizar las manos por esas hebras que se notaban suaves.
- ¿Todo bien?- La pregunta de Eros lo tuvo volviendo a la realidad. - Esta noche estás inusualmente tímido.
-Sí, yo...- Se estaba poniendo rojo. Lo sabía de sobra. - lo siento, es que hace meses que no te veía y solo sigo sorprendido por la manera en la que nos encontramos.
-Bueno, ahí voy a darte un punto- Eros sonrió de medio lado haciendo que el corazón del pobre escritor doblara la marcha en sus latidos. De seguir así terminaría con un paro cardiaco. - Por cierto. Felicidades.
-Uh ¿por qué?
- Tú libro. Es maravilloso- el aliento se atasco en sus pulmones cuando los ojos verdes del hermoso hombre se posaron en él llenos de algo que se parecía mucho al orgullo.
-¿L-lo leíste?
- Por supuesto que lo hice. No podía perdérmelo y fue realmente entretenido. Me gusta mucho el estilo tan natural y dinámico que tienes para escribir.
-Vaya- clavó la vista en su plato. Sus labios extendidos en una sonrisa emocionada- No pareces alguien a quien le guste la fantasía juvenil.
- Te sorprendería, pero si que me gusta. Digo a este mundo a veces le falta un poco de magia y con historias como la tuya es fácil recordar lo divertido que resulta dejar a la mente volar- su estómago cosquilleo agradablemente. -¿Matty?
-¿Sí?
-Mírame- alzó el rostro con un poco de duda y si no supiera ya que estaba enamorado de Eros, lo hubiera descubierto en aquel momento porque la oleada de calidez que golpeo su pecho ante esa sonrisa encantadora, lo dejaba bastante claro. - Fue increible, en verdad. Y no me cabe la menor duda de que tus historias se convertirán en algo preciado para muchos.
Un nudo se formó en su garganta y sus ojos picaban a causa de la emoción. Eros tenía el poder de traspasarlo con sus palabras. Y eso era algo tan aterrador porque...¿qué oportunidades tenía él de conquistar a alguien como Eros Valentine? Probablemente ya tenía alguien, después de todo había ido a cenar con alguien más y se quedó solo para no ser maleducado. Eso lo hizo aterrizar de nuevo sobre la tierra y también lo hizo recordar que había una gran posibilidad de que cuando aquella cena terminara, no volvería a ver a Eros por una larga temporada.
- Gracias - dijo al fin- eso significa mucho para mi. Y de cualquier manera lo que soy ahora, te lo debo a ti.
-Como crees.
- Es la verdad. Fueron tus palabras las que me impulsaron a seguir adelante. La noche que nos conocimos, cambiaste mi vida y siempre voy a estar agradecido por eso, Eros- alcanzo su copa de vino luego de casi derramar su corazón en la mesa. - Así que hagamos un brindis.
-Okey, brindo por ti y el éxito que has tenido.
- Y yo brindo por nosotros- su rostro volvió a ponerse rojo- por nuestra amistad- dijo apresuradamente.
- Salud.
- Salud- golpearon sus copas con un suave tintineo y luego siguieron comiendo tranquilamente en medio de una charla trivial.
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El Turno de Cupido
RomanceHISTORIA CORTA Si el año anterior leíste "Querido Santa", quizá quieras disfrutar de una nueva historia navideña en donde lo inesperado, el amor y la cursilería son los principales protagonistas, así como dos hombres encontrando el amor en donde men...