Dix-huit

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"Por lo menos se encontraría con la mujer que una vez amo de verdad"


Se encontraba recostado en la parte baja de la litera de su celda, un cigarrillo reposaba en sus labios, sintiendo el sabor del tabaco en su boca y como el humo inundaba sus pulmones, sus pensamientos divagando, pensando en como habia terminado con 200 años de prisión encima a su corta edad, escucho los pasos del oficial resonar por el pasillo acercándose a su celda, extrañamente este se detuvo frente a los barrotes, Chanyeol giro el rostro, pensando que tal vez buscaban a su compañero Jay, pero este se encontraba en el patio de la prisión abrió la boca para hablar pero se vio interrumpido por la ronca voz del oficial.

-Tienes visitas Park -aquellas palabras lo dejaron ciertamente confundido puesto que a parte del psiquiatra Oh, nadie más iba a verlo, supuso que el oficial percibió su confusión puesto que continuo hablando mientras abría la puerta de la celda -es tu abogada.

-¿La abogada Park?, vaya sorpresa. Es ciertamente una visita inesperada -sintió el frío metal contra su piel mientras lo dirigían a donde justamente se encontraba su abogada sentada leyendo unos papeles, Chanyeol se sentó frente a ella, en silencio, a espera de que esta notara su presencia.

-Buenas tardes señor Park -la voz de la mujer era bastante suave, su vista aun se encontraba sobre la mesa, suspiro y quito algunos mechones de cabello castaño de su rostro -le tengo malas noticias

-Dudo que un lugar como este halla buenas noticias licenciada Soo-Young, pero la escucho.

-Perdimos la apelación por enfermedad mental -Chanyeol vio fijamente los ojos de la mujer, comprendía lo que decía y a que se refería, pero parecía que su cerebro no lo procesaba, la mujer suspiro viendo con atención los ojos del hombre- era lo único que teníamos a nuestro favor para evitar que lo condenaran a pena de muerte, pero...

-Entiendo, ¿ya fijaron una fecha?- no queria escucharla más por lo cual opto por interrumpir a la mujer, la cual negó como respuesta a la pregunta formulada- ¿es a todo lo que venia?

-Si, señor Park, en cuanto haya una fecha establecida, vendré a informarle.

-Gracias por sus servicios licenciada Park.

Dicho aquello volvió a su celda siendo escoltado por dos guardias, al llegar se recostó de nuevo en la parte baja de su litera, pena de muerte, ¿Cómo habia llegado a eso?. Suspiro cansado, en ese momento solo queria dormir. 

Si lo pensaba bien, no era tan malo, siendo sincero no tenia nada que perder, y estar muerto, era un millón de veces mejor que estar encerrado dentro de cuatro paredes; él solo se habia ganado aquello, pero por alguna extraña razón sentía que no lo merecía, habia matado gente, pero aquella gente se lo merecía, claro  eso omitiendo a su hermano menor. 

Sus ojos se encontraban cerrados, escucho como su compañero volvía a la celda, o eso creyó hasta que sintió como se sentaban en su caderas, entreabrió los ojos y vio el cabello azul brillante de Byun Baekhyun, viro los ojos, antes de clavarlos en los pequeños y peculiarmente brillantes ojos grises del menor.

-¿Se te ofrece algo Byun? -pregunto con ligero fastidio ocasionando que el menor frunciera el ceño molesto.

-¿Pasa algo?, normalmente en cuanto me tienes encima me ordenas que te monte, vine porque hace tiempo que no me buscas... O es que acaso, ¿vas con Do? -el más bajo arqueo una ceja, y Chanyeol frunció el ceño molesto.

-No te busco porque no me interesas, y Do me interesa aún menos, ahora bien, ¿podrías largarte a buscar otra polla? -empujo al menor, haciendo que este callera al suelo, indignado el menor se puso de pie, saliendo sin decir la mínima palabra, aunque con solo ver sus ojos podrían darse cuenta de lo furioso que estaba el bajito.

Al inició Park usaba a Baekhyun para de esa manera satisfacerse, aun que después de pasar tanto tiempo con Sehun, no habia día que no pensara en el azabache, y siempre que estaba con Byun, no podía evitar que su mente pensara en cómo se vería el joven médico debajo de él, con las piernas abiertas y los labios entreabiertos, con el cuello lleno de marcas y mordidas, con las mejillas sonrosadas y el cabello pegado a su frente por el sudor haciendo ver su piel brillante... Y mucho menos podía evitar pensar en como se vería el joven tocando el cielo.

Pero todo aquello jamás pasaría, en poco tiempo estaría tres metros bajo tierra, suspiro de nuevo, era extraño, pronto estaría muerto, aquello no le daba miedo, al contrario, estaba ligeramente aliviado, pero mentiría si dijera que no extrañaría a Sehun, aquel hombre cada día lo alegraba un poco, lo hacia sentir tranquilo, lo extrañaría demasiado, pero no habia manera de evitar que muriera... Al menos ahora estaría con la mujer que, en su momento, amo con todo su corazón aun que se aferrará a negarlo, o bueno, eso esperaba, aun que dudaba que en el cielo hubiera lugar para alguien tan cruel, como lo habia sido el mismo Park Chanyeol.




Flesh And Blood (ChanHun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora