Flesh And Blood (ChanHun)

Deux

"Lo único que sucede, es que usted aún no experimenta el placer de generar dolor, pero si lo hiciera no seria distinto de mí."
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Sus dientes se clavaron en la piel ajena con fuerza, el sabor metálico de la sangre no tardó en tocar su lengua, haciendo que un jadeo de dolor escapara de los labios de la víctima, Chanyeol se estremeció mientras el placer invadía su cuerpo, poco a poco comenzó a desprender la carne del brazo del cuerpo debajo de él, sintiendo como la excitación invadía su propio ser; los gritos no tardaron en hacerse presentes, pues la víctima no podía soportar más aquel agonizante dolor, Chanyeol paso su lengua por la herida hecha, saboreando la sangre que emanaba de esta, el dulce y a la vez metálico sabor le parecía simplemente delicioso, y a ello se le sumaba el terror en los ojos de la víctima lo que terminaba perfeccionando su hermosa obra.

—Buenas tardes Señor Park —saludo el doctor viendo como el hombre entraba a la habitación, tomando asiento frente a él como ya era su costumbre, Chanyeol por primera vez le regaló una sonrisa —¿Hoy qué tema le gustaría tocar?

—Dejare que usted elija nuestro tema de conversación, hoy amanecí de buen humor —dijo Chanyeol con una sonrisa, una sonrisa tétrica y sincera ocasionando un peculiar brillo de curiosidad en los ojos azules del castaño —¿Gusta saber el por qué?

—He de admitir que me gustaría saber el por qué —secundo Sehun viendo aquellos ojos color esmeralda, Chanyeol le hizo una seña a Sehun de que se acercará, como si le fuese a contar un secreto, y el menor lo obedeció, por impulso... Sin saber el por qué de sus acciones —¿Sucedió algo?

—Probe la carne de mi compañero de celda —susurro el mayor en su oído, para después morder el lóbulo de su oreja haciendo que Sehun se estremeciera —le dije que si me dejaba morderlo le conseguiría droga, y él idiota acepto, todo por un poco de heroína. Droga por droga, ¿Justo, no cree? —y entonces Chanyeol se separó apoyando su espalda en el respaldo de su silla, apreciando la cara de asombro del médico.

—¿La carne humana es su droga? —Sehun se enderezó en su propio asiento, fingiendo que no hubiese ocurrido nada, negando el efecto que aquella pequeña acción había tenido en su cuerpo, mientras ChanYeol lo veía con una sonrisa burlona, leyendo las expresiones del castaño.

—No, mi droga es generar dolor en los demás. ¿Cuál es su droga doctor Oh?

—¿Generar dolor es su droga? —el interés se escuchaba en la suave voz ajena, mientras el azabache mordía su labio recorriendo el cuerpo ajeno con la mirada —no creo tener una droga.

—Si, sinceramente, no sabe la sensación que recorre mi cuerpo cada vez que escucho un grito de dolor, o el ver los ojos llenos de pánico y miedo en las personas. Créame que esa sensación es un millón de veces mejor que probar la carne de esas mismas personas —la seriedad de aquellas palabras, combinada con una cierta pizca de placer y pasión generaba cierta admiración en el doctor, pero toda esta admiración se esfumó al sentir los ojos esmeralda sobre su cuerpo —todos tenemos una droga doctor Oh. Incluso usted, solo que aún no lo sabe.

—Una droga... Veamos, ¿Qué es para usted una droga señor Park?

—Para mi... Es la mejor pregunta que ha hecho en todas estas sesiones —el hombre se quedó en silencio, meditando lo que iba a responder, pues si era sincero aquella pregunta le había parecido extrañamente interesante —una droga es el consumir algo que te genere sensaciones adictivas y por ende no la puedas dejar de lado. Eso es una droga para mí doctor Oh. Ahora que tiene mi respuesta, quiero saber, ¿Cuál es su droga?, ¿A qué es adicto?

—¿A qué soy adicto? —murmuro para sí mismo el castaño bajando la mirada apoyando su mentón en la palma de su mano— esa es una buena pregunta señor Park. Creo que me considero un adicto al trabajo, pues siempre que cumplo este una sensación de satisfacción me invade. Y actualmente creo que las entrevistas con usted son mi propia droga.

—¿Le gusta hablar conmigo?, Es tan adorable doctor Oh —Chanyeol sonrió con sorna y burla, ocasionando que el castaño bufara con fastidio —¿Qué más le causa placer?, ¿Se masturba con frecuencia?, A mí me gusta hacerlo, aunque prefiero un buen culo para follar.

—No responderé esas preguntas Chanyeol. Ahora bien, ¿Por qué le causa placer el asesinar gente? —la evasión a las preguntas previas era más que clara, Chanyeol suspiro aburrido pues le parecía más divertido molestar al joven psiquiatra —¿No responderá?

—¿Por qué?, Veamos... Eso es complicado, como suelo decirle, no creo que todo tenga un por qué, pero le explicaré que siento cuando asesino a alguien —Chanyeol sopesaba sus respuestas, Sehun lo veía con interés —ah doctor Oh, de verdad, el solo recordar las miradas llenas de terror, los gritos de pánico, ver la sangre emanando de las heridas —el placer sonaba en la voz, Sehun pudo apreciar como se le ponían los cabellos de punta al azabache, Chanyeol sentia como se estremecía tan solo recordando aquellas escenas— todo eso hace que sienta un placer extremo, pues las escenas son simplemente sublimes —Sehun escuchaba y veia atentamente al azabache con sumo interés y admiración, anotando algunos detalles en su pequeña libreta, Chanyeol levanto la mirada con una sonrisa en sus labios y un brillo de placer en los ojos — créame doctor Oh, lo único que sucede, es que usted aún no experimenta el placer de generar dolor, pero si lo hiciera, no seria distinto de mí.

—¿Cree que si todos experimentamos ese placer, seríamos adictos a ello?

—No creo que todos estemos preparados para ser ese tipo de personas, pero de algo estoy seguro —Chanyeol se inclino hacia el menor, mientras Sehun acercaba su rostro al del azabache —si usted, estoy hablando de usted. —recalco Chanyeol, y por primera vez dejo las formalidades de lado —Sehun si tú hicieras lo que yo, serías igual a mi.

—¿Por qué estás tan seguro de eso Chanyeol?

—Porque en tus ojos veo la admiración que sientes hacia mí. Hacia la manera en que expreso todas las sensaciones, y todo la pasión que recorre mi cuerpo a la hora de desmembrar un cuerpo humano —Sehun trago pesado ante aquellas palabras, y pudo ver cómo Chanyeol veía el reloj a sus espaldas —hasta mañana doctor Oh. La sesión concluyó.